La vicepresidenta de la Comisión Europea respalda la regularización de inmigrantes

La vicepresidenta de la Comisión Europea (CE), la sueca Margot Wallström, aseguró ayer que la política de inmigración del Gobierno español "está en línea con las directrices marcadas por la Unión Europea". Con esta afirmación, la vicepresidenta de la CE brindó un gran respaldo a la política de inmigración del Gobierno de Rodríguez Zapatero, en un momento en que está siendo duramente cuestionada por el PP. Wallström compareció ayer junto a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en el palacio de la Moncloa.

La entrevista, seguida de un acto conjunto de la vicepresidenta de la Comisión Europea y de la vicepresidenta del Gobierno español, estaba programada como un acto a favor de la campaña del referéndum de la Constitución europea del próximo 20 de febrero. Pero ambas vicepresidentas abordaron, tanto en su encuentro como en su rueda de prensa conjunta posterior en La Moncloa, el nuevo proceso de regularización extraordinaria de inmigrantes en España.

Wallström, tras señalar que la política de inmigración del Gobierno español está "en línea con las directrices marcadas por la Unión Europea", precisó que entre ambas instituciones "no sólo no existe conflicto sino que, muy al contrario, existe una estrecha colaboración". Se refirió a "lo positivo" que resulta "vincular cualquier fórmula de regulación de la situación de los inmigrantes a un contrato de trabajo". La vicepresidenta de la CE calificó de "absolutamente necesaria" la colaboración porque "los países de la UE no pueden afrontar por sí solos un asunto de tanta importancia".

Insistió también en la necesidad de que todos los Estados miembros de la Unión adopten un "enfoque común" sobre esta cuestión y subrayó que el Ejecutivo comunitario "ofrece, en este sentido, no sólo el marco sino también las posibilidades para afrontar este gran reto".

A su vez, la vicepresidenta primera del Gobierno español afirmó, momentos antes que Wallström, que "España está liderando con la Comisión Europea el establecimiento de una política común en materia de inmigración" para toda la Unión Europea y coincidió, con la vicepresidenta de la Comisión, en que "los criterios e instrumentos que está poniendo en marcha el Gobierno español están en línea" con el Ejecutivo comunitario.

Estas afirmaciones chocan de bruces con los recientes comentarios muy críticos del PP. Hace dos días, el secretario general de este partido, Ángel Acebes, dijo que la regulación extraordinaria de inmigrantes acordada por el Gobierno de Zapatero se iba a traducir en un efecto llamada y aseguró que estos procesos no se hacen en otros países europeos.

Ayer mismo, el presidente del PP, Mariano Rajoy, también desautorizó en Almería la política de inmigración del Gobierno socialista y afirmó que "lo que se ha hecho aquí no se hace en ningún otro país de la Unión Europea". Rajoy calificó de "monumental error" dicho proceso, iniciado el pasado lunes, porque "va a generar muchos problemas como los que estamos viendo todos los días". Aludió a que "se falsifican permisos, hay permisos de trabajo distintos y hay ciudades de España donde, después de los anuncios que ha hecho el Gobierno, se están empadronando más de 250 personas diarias".

Por su parte, la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, replicó a Rajoy y le pidió "prudencia, seriedad y rigor" en un tema de "tan alta sensibilidad" como el de la inmigración. Rumí calificó de "lamentable" que "quien generó el problema, no haya querido colaborar con la solución", en alusión a la etapa de Rajoy como ministro del Interior del Gobierno de José María Aznar.

La secretaria de Estado de Inmigración puso en valor las palabras de la vicepresidenta de la Unión Europea: "Ha valorado el proceso de normalización que se está llevando a cabo en España, cuando se ha conocido en todos sus términos y no por las notas de prensa que emitía el PP".

Rumí recordó las tres regularizaciones extraordinarias que Rajoy promovió siendo ministro del Interior del Gobierno de Aznar y precisó que hay "una gran diferencia" con la actitud del PSOE en aquellos momentos. "No le criticamos y colaboramos en la medida en que sabíamos que había que dar una respuesta a la situación", dijo.