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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Engañabobos

El alcalde de Madrid ha solucionado el antiguo y olvidado problema de las licencias municipales: ha creado la Ordenanza Municipal de Tramitación de Licencias. Hay dos novedades: la primera se reduce al engañabobos de cambiar el nombre de las cosas. A partir de ahora todas las licencias se llaman igual: licencia urbanística. Con una licencia urbanística se puede acondicionar una vivienda, construir una casa, pedir un paso de carruajes, colocar un letrero luminoso o abrir una pescadería.

Todo un logro. Eso sí, prepare usted los papeles, documentos y proyectos correspondientes que son, lógicamente, diferentes para cada caso. Después rellene los impresos -si los consigue-, pues los dan con cuentagotas -"cosas de la imprenta", me dicen; "no pague las tasas, pues aún no se han editado los impresos, e intente presentarlos en alguna Junta de Distrito donde no exista el moderno invento llamado Línea Madrid"-. O bien, "se lo digo para que no tenga que padecer las mismas e interminables colas que los sufridos emigrantes".

La segunda: el silencio administrativo positivo, que permite, no sabemos de qué forma, que transcurridos los plazos legales establecidos, sin resolución expresa -lo que por otra parte sucede siempre-, se obtenga la licencia por silencio. Pero, cuidado, los bares, cafeterías, restaurantes... quedan fuera del invento, no vaya a ser que, debido a la inoperante y torpe burocracia, esto se vaya a convertir en un coladero.

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