Manteca culpa a Tabares del 'agujero' del Ivex y dice que no sabía nada

"No leía los informes de la Sindicatura, para el consejo de administración del Ivex y para Industria no tenían ninguna relevancia". Ésta fue una de las afirmaciones que ayer hizo al tribunal de la Audiencia de Valencia José Antonio Manteca, secretario del consejo de administración del Instituto Valenciano de la Exportación (Ivex), y ex responsable del área de empresa de la consejería de Empresa (antes Industria), cargo del que fue cesado el pasado 22 de enero.

Manteca compareció ayer como testigo en el juicio contra José María Tabares, ex director general del Ivex, y Jean Luc Marie Lagier, empresario belga, por una supuesto delito de estafa continuada por el que el fiscal solicita para ambos cinco años de cárcel y la devolución del montante del agujero. Tabares amparó a las empresas de Lagier figurando una compra-venta cuyas facturas el empresario no pagó y le fueron reclamadas al Ivex. Nunca hubo certeza de que hubiera una mercancía.

Maritina Hernández: "Pagamos a los bancos porque no podíamos permitir el desgaste"

Su intervención fue una sucesión de desconocimientos sobre lo que pasaba en la institución. Manteca afirmó que no toma nota en las sesiones del consejo, función expresa del secretario del mismo, y que sólo despachaba los informes finales de las cuentas de la entidad y de la auditoría. "No sabía nada, no tenía ninguna información, a pesar de que en 1995 fue el entonces director general del Ivex, el señor Mir, quien presentó la operación Ford-Túnez como una participación de la institución para generar derechos de compensación que favorecieran la exportación de vehículos al país árabe, siempre tuve la impresión de que era una cosa que llevaba personalmente Tabares". Manteca admitió que los gastos financieros recogidos en las cuentas del Ivex de 132.000 euros en 1997 y 180.000 euros en 1998, cuando no había ningún movimiento en el contrato con Ford para las exportaciones, no le llamó la atención. Esos gastos llegaron a suponer la mitad del total del Ivex. Manteca reconoce que no lee el boletín de las Cortes, que sí publica el informe de la Sindicatura de Cuentas, porque "no llegaba a mi despacho". El informe sobre las cuentas de 1995 ya recogía una deuda sin contabilizar de 1,9 millones de euros. El del año siguiente cifraba el agujero en 3,2 millones de euros. Y advertía que las cuentas habían hecho una compensación irregular. Cuentas que Manteca dijo: "Para mí estaban limpias".

El escándalo Ivex se conoció a finales de 1999, cuando Carmen de Miguel tomó el relevo a Tabares. Manteca llevaba entonces cuatro años como secretario del consejo de administración y ayer aseguró que "institucionalmente, desde el principio, del Ivex responde el director general, pero creo que debe responder quien lo ha hecho", aludiendo a Tabares. Tildó la operación Ford-Túnez de "atípica", aunque añadió que "con los anteriores", refiriéndose a la época de gobierno socialista en la Generalitat, "creo que alguna vez el Ivex también actuó como comprador, he oído que eso era muy de Tabares".

Maritina Hernández, directora general del Ivex entre septiembre de 2002 y junio de 2003, y consejera delegada de la institución desde entonces hasta ahora -cargo idéntico en las responsabilidades- también declaró. El suyo fue un testimonio destinado a explicar por qué si el Ivex ha mantenido siempre que no contrajo deuda alguna porque los avales a Lagier no estaban firmados por una persona con poderes -Tabares no los tenía hasta 1997 que llegó a la dirección general- aceptó pagar a tres de los cuatro bancos que reclamaron aunque la justicia no les dio la razón. Hernández dijo que "presentaron recurso y los bancos no tienen prisa, podían encontrar fórmulas varias para reclamar y que las cuestiones estén vivas en los juzgados supone un desgaste muy importante para el Ivex, por eso aceptamos pagar la mitad de lo que pedían". El Ivex, entre 2000 y 2003, pagó casi tres millones de euros para evitar más demandas.

Ayer también declaró Felipe Espinosa, representante del Arab Bank en Valencia, la entidad que hizo la primera reclamación al Ivex en 1999 y que ayer confirmó que el pasado noviembre el banco presentó una demanda por casi tres millones de euros. Diego Such, ex consejero de Industria, presidente del Ivex cuando estalló el caso, acudió ayer al juzgado a declarar pero por la dilatación del resto de testimonios lo hará el 3 de marzo.