El Retiro Obrero y el PGOU de Sevilla

Los ancianos no son "viejos", no son de un tiempo pasado, pues existen en el presente y cualquier deseo noble tiene que ver con su permanencia en el futuro. Los ancianos no son la "tercera edad" porque, simplemente, no existe la primera, ni la segunda, ni la cuarta edad. La vida es un todo, un proceso, y es nefasto si hay una fractura.

La dignidad de las personas mayores es la muestra de la sabiduría de una sociedad. El ataque, el desprecio o su minusvaloración es el fruto de una colectividad decadente y de poca calidad humana.

El conocimiento lo tienen los "expertos", ya sean técnicos o políticos, pero la sabiduría la tiene quien puede hacer el resumen de toda una existencia y puede contar como funciona la época que le ha tocado vivir.

Derribar 20 casas y tragarse una zona verde para unir dos avenidas puede ser una gran idea urbanística, donde el valor está en el coche, en la rapidez... pero hay algo que se les olvida ¿para quién esas avenidas?, ¿adónde queremos ir?

El barrio Retiro Obrero es también un anciano que nos dice que en 1927 se proyectaban modelos de viviendas que siguen siendo la envidia de las generaciones actuales, un barrio con biblioteca, con baños públicos y con dispensario. Un barrio donde aún se respira tranquilidad, donde si había que ir a un sitio, ellos ya llegaron.

Es lógico que no sea visible para quienes no sepan a donde van, pero llevan prisa, no tienen tiempo de pararse, de mirar, de disfrutar, más bien es el espejo donde se chocan y pretenden romperlo, pues su propia imagen no le es grata.

Tenemos un tesoro vivo donde se une tiempo, espacio y personas, por ello, entiendo y comprendo que los "expertos", técnicos y políticos, ataquen con una excavadora y con todos sus mitos o falsos dioses de "desarrollo", "progreso", "calidad de vida"... y en nombre de los ciudadanos y de la ciudad, pero se les olvida algo.

El PGOU de Sevilla debe eliminar el ARI-DM 10 pues sus "dioses" son simples globos que se pinchan ante la memoria de nuestra propia historia y no se puede consentir: amenazar, asustar y deprimir lo que representa nuestra existencia y nuestra razón de ser: llegar a ancianos.

(Índice de vejez del barrio Retiro Obrero 203, 53 es decir, existen 203 personas mayores de 65 años por cada 100 jóvenes menores de 15 años y la media de Sevilla es de 102, 98 en el año 2002, dato del Boletín Demográfico de la Ciudad de Sevilla).