La coalición de derechas, favorita en las elecciones danesas de hoy

Pese a que los últimos sondeos indican que la actual coalición de derechas que dirige el primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen, ha perdido atrativo entre los electores, todo parece indicar que seguirá gobernando Dinamarca tras las elecciones legislativas que se celebran hoy. La novedad estriba en que si se confirma en las urnas el avance que muestran en las encuestas algunos pequeños partidos, como el Liberal Radical y el Cristiano Demócrata, el nuevo Gobierno tendrá enfrente una mayor oposición.

El Partido Socialdemócrata, desplazado del mapa político danés como primer partido en las elecciones de 2001, si bien ha restañado en parte las heridas, no ha podido recuperar posiciones bajo el liderazgo de Mogens Lykketoft, que reemplazó a Nyrup Rasmussen tras la derrota electoral.

El gran tema de las elecciones ha vuelto a ser el de los trabajadores extranjeros, pese a que las cifras contradicen que sean un problema de magnitud. En una población de 5,4 millones de habitantes, en uno de los países más ricos del mundo viven 271.211 extranjeros, de los cuales solamente una minoría tiene derecho a voto debido a sucesivas leyes que han ido restringiendo sus derechos.

Inmigración

El Partido Popular danés, que lidera Pía Kjärsgaard, irrumpió en la escena política con un mensaje antiinmigración y no sólo logró obtener en 2001 suficiente apoyo popular para convertirse en el tercer partido del país, detrás del Liberal y del Socialdemócrata, con un 12% de los votos y 22 escaños en el Folketing (Parlamento), sino que ha conseguido que los demás partidos se amolden a esa política. Cuando el Partido Socialdemócrata saca a debate el tema de los inmigrantes, su mensaje no explícito es que no habrá marcha atrás en las leyes restrictivas en caso de un cambio de Gobierno. Aunque el Partido Popular danés no tiene ministros en el Gobierno, sí integra la coalición gubernamental junto con liberales y conservadores.

Del total de extranjeros, los más perjudicados por esa política han sido los aproximadamente 170.000 inmigrantes musulmanes que viven en el país. La situación internacional tras el 11-S con las guerras de Afganistán e Irak, en las que Dinamarca ha participado junto a Estados Unidos, han empeorado su situación. Una de las nuevas leyes restrictivas afecta a las parejas de daneses con extranjeros. Éstos no pueden obtener el permiso de residencia salvo que procedan de un país de la Unión Europea o de Noruega e Islandia. Para que un cónyuge extranjero de un ciudadano danés pueda vivir en el país deben ambos tener un mínimo de 24 años, vivienda propia, empleo fijo y depositar una garantía de 50.000 coronas danesas.

Un total de 12.000 daneses se han visto obligados a trasladarse a la vecina ciudad sueca de Malmö para poder vivir con su pareja no danesa. Viajan cada día a Copenhague, donde trabajan y pagan impuestos, pero no tienen derecho a votar en las elecciones de hoy.