Telefónica cierra su plan de venta de edificios con unos ingresos de 823 millones

Telefónica ha dado por cerrado su plan de venta de activos inmobiliarios puesto en marcha en 2002. La compañía que preside César Alierta ha logrado vender más de 300 edificios de su patrimonio inmobiliario, con unos ingresos de 823 millones de euros, adelantándose casi en dos años al cierre del plan. La operadora cubre además el principal objetivo que se había marcado de asegurar la financiación de su nueva sede central (Distrito de la Comunicación) en Madrid. Además, la compañía ha decidido sacar de su plan de ventas 27 edificios por su especial interés histórico-artítistico.

Telefónica puso en marcha su denominado plan de eficiencia inmobiliaria en septiembre del año 2002, con el objeto de rentabilizar su inmenso patrimonio. El plan tenía vigencia hasta el verano del año 2006, pero sus responsables ya lo han dado por cerrado al ver cumplidos sus objetivos, y tan sólo resta la venta de algunos edificios y solares pequeños. Y es que a cierre del ejercicio 2004, casi dos años antes de lo previsto, la compañía ha logrado unos ingresos de 823 millones de euros, frente al objetivo inicial de 860 millones para el final del periodo, según fuentes conocedoras de la operación.

En total, Telefónica ha vendido 307 propiedades, liberando 465.000 metros cuadrados. La empresa disponía de un espacio de centrales y oficinas de 3,87 millones de metros cuadrados repartidos entre 6.837 edificios en toda España. Los responsables del plan están satisfechos con la eficiencia de la operación, puesto que los ingresos han supuesto el 112% de las valoraciones iniciales, estimadas en 733 millones de euros. A la suma de ingresos directos por la venta de los inmuebles, habría que sumar los ahorros en alquileres y mantenimiento de edificios que pueden representar una cifra superior a los 800 millones de euros.

No obstante, el principal objetivo que se marcó la compañía con este plan fue la financiación del Distrito de la Comunicación, la nueva sede corporativa del grupo, un macroparque empresarial que agrupará a 14.000 de los empleados que tiene la operadora distribuidos en 80 localizaciones dispersas en Madrid. El coste total será superior a los 500 millones de euros. Ubicada en el Plan de Actuación Urbanística (PAU) de Las Tablas sobre una superficie de 17 hectáreas, estará formada por 14 edificios de oficinas y 20.000 metros cuadrados de usos complementarios.

Autofinanciación

Además, la venta de inmuebles ha permitido costear el propio plan , que exigía reformas en los edificios para poder ponerlos en el mercado, y que se evaluaron en 300 millones de euros.

Pero el gran patrimonio inmobilairio de Telefónica no es sólo un asunto financiero. Dada la antigüedad y la relevancia que tuvo el antiguo monopolio telefónico, muchos de sus edificios forman parte del patrimonio cultural e histórico de las principales capitales.

Por eso, la compañía ha decidido sacar de su plan de ventas sus 27 edificios más representativos y emblemáticos repartidos por la geografía española, incluyendo la nueva sede. Los inmuebles considerados "intocables" no sólo no se venderán sino que se van a dotar de un presupuesto propio para su conservación y adaptación, generalmente con fines culturales.

Entre esos edificios intocables está la sede central de Telefónica, sito en la Gran Vía madrileña; el de la calle Buenos Aires, en Bilbao; el de Plaza Cataluña, en Barcelona, o el de la Giralda, en Badajoz. La valoración de estos inmuebles, sólo por su céntrica situación, sería de cientos de millones de euros. Sólo la venta del edificio de Rios Rosas en Madrid, le reportó 111,5 millones.

Pero sobre los planes de Telefónica de rentabilizar su activos inmobiliarios se cierne un negro nubarrón. El Ayuntamiento de Madrid le acaba de exigir 53 millones de euros en concepto de "rescate de plusvalías" a cuenta de la venta de los edificios que albergaban las antiguas centrales en la capital.

Telefónica ha decidido plantar cara al Ayuntamiento madrileño y se niega a pagar ese dinero. La compañía ha dirigido un escrito a las autoridades municicpales, en el que reclama que se cumpla el convenio urbanístico firmado entre ambas partes el 7 de abril del año 2003, siendo alcalde José María Álvarez del Manzano, y en el que constaba que Telefónica pagaría seis millones de euros en concepto de compensación por las recalificaciones. .

Tras las elecciones, el equipo del nuevo alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón ha cambiado unilateralmente de criterio respecto a la operación y exige ahora 53 millones. Pero no se trata tan sólo de un conflicto local. Si Ruiz-Gallardón se sale con la suya, se podría abrir un proceso de reclamaciones en toda España

Pero el filón inmobiliario no está agotado. Los avances tecnológicos que que permiten ahorrar espacio para las centrales y, sobre todo, la reducción de plantilla -actualmente hay en marcha un expediente de regulación de empleo para 15.000 empleados hasta 2007- liberará nuevos espacios que pueden ser rentabilizados.