Duelo de cansancios

El Betis va como un cohete. A mitad de semana se ganó una plaza para las semifinales de la Copa del Rey y ayer logró su séptima victoria consecutiva en Heliópolis. Parece que Llorenç Serra Ferrer ha conseguido darle la vuelta al equipo como a un calcetín. Pero se le está acabando el fuelle. En cuartos de final de Copa contra la Gramenet (4-3), los jugadores no se lo creyeron del todo hasta que ya estaban bajo la ducha. Costó y mucho a la alineación titular ganar a los catalanes.

El Betis puede por lo tanto pretender camuflar de buen hacer su mediocre juego de ayer gracias a la fatiga de los materiales que padecen sus futbolistas. No así Osasuna, que en Copa tan sólo utiliza dos o tres titulares. El cansancio de Osasuna es más dañino. Por los síntomas mostrados ayer, parece que ha contraído la desidia de las plantillas que creen que ya tienen la papeleta medio resuelta para todo el curso. Y ahí sí que influye su trayectoria en la Copa.

Osasuna lo tuvo ayer casi todo de cara. Casi todo ya que el nunca llegó a mandar en el marcador, a pesar del pobre trabajo de la zaga verdiblanca. Juanito comenzó la temporada presumido, en plan diva, quejándose de que Luis Aragonés le convocara con la selección y luego no le sacara al campo. En lo que va de temporada, parece empeñado en darle la razón a Aragonés. Rivas es el único que mantiene en tipo en una línea insegura y que transmite inseguridad.

La jugada del gol de Osasuna tuvo hasta algo de cómico: un pase que parecía blando lo dejó pasar Webó, lo mismo hizo Morales -más por torpe que otra cosa-, Valdo lo recogió, recortó secó y marcó. Aún no se sabe dónde estaba la defensa del Betis en esos momentos.

Osasuna tiene la debilidad en el otro extremo. La candidez de su delantera le costó ayer el partido. Y es que el equipo navarro -recibido con una gran ovación por los aficionados béticos, agradecidos por haber eliminado al Sevilla en Copa- tuvo muchas más oportunidades y más claras que los verdiblancos. Valdo consiguió hacer daño con pasmosa facilidad y Puñal parecía que iba a lograr que se olvidara que Pablo García no jugaba, aunque no fue así.

En el minuto 11, Assunçao tiró por tirar desde muchísima distancia y Elía calculó mal el bote, fatal. Siete minutos después, Valdo metió el citado gol de rechifla. El osasunista se volvió a colar varias veces con insultante facilidad. Pero fue el Betis el que marcó. Bueno, Puñal en propia meta tras el buen saque de Assunçao desde la izquierda y al primer palo -los recogepelotas, que desperecen cuando el Betis va por delante y brotan cuando no, estaban en un sinvivir-.

Edú y Oliveira están flojos. Ayer lo demostraron con sus dos fallos gruesos al inicio de la segunda parte. El delantero marcó en el primer contraataque que le permitió la defensa osasunista., poco después de que fallara Milosevic un gol cantado ya. Un jugador que se difumina.