Semana de máximos

La Bolsa española ha redondeado una de sus mejores semanas de los últimos años, con cinco máximos anuales consecutivos y síntomas de confianza creciente entre los inversores. El Ibex 35 acumula una subida del 3,10% y el índice general de la Bolsa de Madrid recupera los 1.000 puntos.

La Bolsa ha conseguido en esta semana cinco máximos anuales consecutivos en sus principales índices ante la creciente confianza de los inversores en las posibilidades de la renta variable a medio plazo.

El Ibex 35 acumula una subida del 3,10% y cierra en 9.422,50 puntos, aunque es el índice general de la Bolsa de Madrid, con mayor presencia de los valores medianos y pequeños, el que ha roto barreras psicológicas, al superar el nivel de los 1.000 puntos que perdió en octubre de 2000. Este índice acumula una subida anual del 4,73%, frente al 3,76% que gana el Ibex 35.

Las causas de estas ganancias hay que buscarlas, como en las semanas anteriores, en los resultados empresariales y en la liquidez del sistema, elementos a los que hay que añadir el creciente convencimiento de los inversores de que, por ahora, no existe alternativa mejor para su dinero en el panorama económico español.

El empuje del dinero ha roto el largo "movimiento lateral" que venía definiendo el comportamiento del mercado en las semanas anteriores y lo ha hecho al margen de los vaivenes del precio del petróleo y de la irregularidad de los indicadores económicos.

El mercado continuo ha negociado una media de 3.595 millones de euros, con una elevada actividad institucional, aunque las operaciones "abiertas" se han mantenido en los niveles de la semana anterior con una media de 2.122 millones de euros.

La subida de un cuarto de punto en los tipos de interés en Estados Unidos pasó desapercibida en las bolsas al ajustarse a las expectativas de los analistas, al tiempo que el mantenimiento en el 2% de los tipos de interés en la eurozona, acompañado luego por el avance de la inflación de enero, que cede tres décimas, hasta el 2,1%, ha servido para animar a los inversores europeos, que ven un poco más lejano el momento de pagar el dinero más caro.

La mejora en la tasa de paro estadounidense, que baja al 5,2% en enero, no estuvo acompañada por una creación de empleo firme, pero ha servido para estabilizar el mercado de aquel país y generar cierta confianza en el resto.

En un entorno más cercano, algunos observadores destacaban el crecimiento del PIB español del pasado año, con el 2,6%, como una de las razones de la presencia de dinero en torno a los valores españoles, que consideran con estructuras más saneadas y con ajustes menos traumáticos que sus competidores europeos y que justifican, en buena parte, el importante tirón de la renta variable española en estos días.