Una pareja muere de varios disparos de escopeta en una calle de Paterna

Jéssica Fernández, de 18 años, y David Fernández, de 19, murieron en la madrugada de ayer abatidos por varios disparos de escopeta en una calle de Paterna (Valencia).

Jéssica y David llevaban varios meses de relación sentimental. Salieron juntos la noche del viernes y regresaron a casa de ella, en el número 11 de la calle de Canalejas de Paterna (48.000 habitantes). Estuvieron un rato con los padres de la chica y, sobre la tres de la madrugada, decidieron bajar a pasear, según explicó la madre de la fallecida, que estaba despierta y se quedó escuchando la radio. Minutos después, escuchó varios disparos, se asomó a la ventana y vio los cuerpos de los jóvenes tendidos en el suelo. La policía baraja varias hipótesis, entre ellas, la de un crimen por venganza.

Fueron los vecinos al oír los gritos de la madre quienes avisaron a la Policía Local. Instantes después llegaron una ambulancia y efectivos del Cuerpo Nacional de Policía. Los tiros, que fueron realizados a bocajarro a la altura del cuello de las víctimas, acabaron con la vida de la pareja en el acto. La comisión judicial procedió al levantamiento de los cadáveres poco antes de las cinco de la madrugada.

Los fallecidos no tenían antecedentes penales ni se les conoce actividad alguna o relaciones sospechosas. La familia de Jéssica Fernández es muy conocida en Paterna. El padre de la chica, empleado municipal, trabaja como conserje en la Casa de la Cultura de la localidad. La policía no tenía ayer conocimiento de que en el seno de ninguna de las familias hubiese antecedentes delictivos.

"Novios normales"

Los vecinos de la finca ante la cual ocurrieron los hechos calificaban a la pareja como "unos novios muy normales, muy bien avenidos". Una amiga de la chica asesinada explicó que ésta llevaba una vida tranquila y normal, que la relación con David Fernández era relativamente reciente y que antes de salir con él había tenido una relación de varios años con otro chico.

El informe del forense no estará listo hasta mañana. Entre tanto, la policía investiga los cartuchos encontrados en el escenario del crimen para determinar si proceden de un arma o de varias. Lo que sí estaba ya ayer despejado es que los disparos fueron hechos a muy corta distancia y con una escopeta de caza. El rastreo de los cartuchos, espera la policía, podría permitir identificar el arma utilizada.

Aunque todas las líneas de investigación están abiertas y en la tarde de ayer no se había producido detención alguna, la policía estima probable que el móvil haya sido una venganza. Fuentes de la investigación apuntaron que el autor o autores del crimen conocían a sus víctimas y probablemente las esperaron.

La zona donde ocurrieron los hechos, el barrio de Campamento, es una de las más tranquilas de Paterna. La noche sirvió de escenario perfecto para que no hubiera testigos de los hechos, nadie vio al autor o autores de los disparos.