Los promotores plantean reclasificar 50 millones de metros en Alicante

Colonizada, palmo a palmo, la costa y, en algunos casos, inclusive el prelitoral, los promotores han puesto su punto de mira en el interior de la provincia de Alicante. De norte a sur, apenas hay un término exento de proyecto para recalificar suelo rústico, adquirido a bajo precio, para edificar. De prosperar la treintena de iniciativas de mayor envergadura, unos 50 millones de metros cuadrados, en muchos casos en plena huerta, pasarían a albergar urbanizaciones de segunda residencia. El parque de viviendas se incrementaría en 150.000, dirigidas a compradores de países la Unión Europea.

La fiebre urbanizadora que soporta el interior de Alicante se remonta a finales de los noventa. La figura del agente urbanizador, recogida en la todavía vigente Ley Reguladora de la Actividad Urbanística (LRAU) de la Comunidad Valenciana, ha dado alas a los promotores. La norma permite al promotor acaparar grandes extensiones de suelo rústico, adquirido a bajo precio -entre 2 y 5 euros el metro cuadrado-, e impulsar Planes de Acción Integral (PAI). El primer paso es el inicio de un expediente de reclasificación del suelo. Iniciativa que los ayuntamientos, en general, asumen si reparos.

De esta forma se han planteado ofertas no exentas de paradojas burocráticas que, cronológicamente, en el caso de la provincia de Alicante, van desde la iniciativa de un promotor, militante del PP de Callosa d'En Sarrià, para urbanizar en pleno valle de Guadalest, hasta la curiosa oferta del Grupo Ballester, que exhibe como reclamo publicitario el cartel del cantante Julio Iglesias ante el Ayuntamiento de Benigembla. Ballester propone ceder al municipio una montaña de 6 millones de metros cuadrados y 900. 000 euros a cambio de la reclasificación de un millón de metros de suelo rústico para levantar una urbanización con 1.500 viviendas y campo de golf en el valle.

El primer proyecto alentado por el alcalde, Juan Bautista Balaguer -quien firmó un convenio con el promotor antes incluso de modificar el PGOU- ya ha sido autorizado por la Consejería de Territorio y Vivienda. En breve, 320.000 metros cuadrados de la partida Ferraget acogerán una urbanización de 1.500 viviendas que triplicará la actual población del municipio de Guadalest. En el municipio contiguo de Benimantell, en la partida de Ondarella, Territorio y Vivienda también ha autorizado otro proyecto que recalifica 270.000 metros cuadrados para levantar unas 250 viviendas. La propuesta de la promotora vinculada a Julio Iglesias ha sido aprobada inicialmente por la corporación, con lo votos a favor de los cinco ediles del PP y dos del PSPV. El pleno que ratificó el convenio se celebró entre la sonora protesta de un centenar de vecinos, informa Amanda Ortolá.

En los últimos cuatro años, las gerencias de Urbanismo de la mayoría de municipios alicantinos han asistido a un permanente desfile de expedientes para recalificar suelo rústico. Los proyectos más destacados por su envergadura son los siguientes: Benasau, un millón de metros cuadrados en plena huerta), al que el Ayuntamiento no ha respondido; Orxeta, un millón de metros cuadrados en plena huerta, aprobado inicialmente por el Ayuntamiento; La Vall de Gallinera, 47.000 metros cuadrados en la partida la Solana; La Vila Joiosa y Finestrat 1,5 millones de metros cuadrados en la partida L'Almisserà, en fase de exposición pública; Biar, un millón de metros cuadrados, pendiente de la ratificación de Territorio y Vivienda; San Joan d'Alacant, 1, 5 millones de metros cuadrados en la partida Fabraquer, en la franja prelitoral. El Ayuntamiento de San Joan aún no se ha pronunciado sobre las ocho ofertas recibidas. La iniciativa supondría quintuplicar el censo de la población. La lista se completa con actuaciones similares en Sant Vicent del Raspeig, Agost, Rojales, Sella,Xixona y San Miguel de Salinas.

A parte de las iniciativas en fase de tramitación en los Ayuntamientos, la Consejería de Territorio y Vivienda ha rechazado por su negativo impacto ambiental dos propuestas de reclasificación: en Villena 66.000 metros cuadrados para construir 228 viviendas y un campo de golf, y otra en Albatera, de 1,1 millones de metros cuadrados, para construir 1.440 viviendas y un campo de golf en un monte público. El departamento de Rafael Blasco mantiene paralizados otros dos proyectos a la espera de una segunda declaración de impacto ambiental: la Asonada Norte, en la costa de Orihuela, de un millón de metros cuadrados para 3.150 viviendas y campo de golf,y el plan de Los Llirets, en Benidorm, de 1,4 millones de metros cuadrados y mil casas con campo de golf.

A lo largo de 2004, Territorio y Vivienda ha tramitado otros cinco proyectos a los que exige correcciones o medidas compensatorias para obtener la declaración favorable de impacto ambiental. Es el caso del proyecto de la Serreta, en La Nucia, que prevé reclasificar 2,7 millones de metros cuadrados para construir 3.600 viviendas y un campo de golf. Territorio y Vivienda ha impuesto la regeneración del barranco y ha exigido el cumplimiento de la normativa sobre suministro de agua y la construcción de vivienda protegida. El segundo caso, el proyecto Río Algar, en Altea, prevé reclasificar 1,6 millones de metros cuadrados para 5.750 casas y un campo de golf. Territorio y Vivienda ha aprobado la declaración de impacto ambiental a cambio de la regeneración del río Algar, la creación de un parque y la protección de 4,6 millones de metros cuadrados en la sierra de Bernia.

El ímpetu urbanizador no sólo pretende dejar su huella en el interior, sino que aún acosa a los escasos tramos vírgenes del litoral, entre ellos, el enclave de la Llobella, en Benissa, único espacio sin construir en el litoral entre Calp y Xàbia. El proyecto lo ejecutará el Ayuntamiento.