Los campos de golf son reclamo común para levantar grandes urbanizaciones
El fenómeno de la nueva edificación en zonas del interior responde al modelo de urbanizaciones con campo de golf incluido. En 2002, la Comunidad Valenciana era la tercera Comunidad de España en número de campos de golf, con 22 instalaciones: 13, en Alicante, seis, en Valencia y tres en Castellón. La oferta valenciana sólo la supera Cataluña, con 60 campos de golf y Andalucía, con 55.
Sin embargo, la estadística valenciana podría experimentar un vertiginoso ascenso de prosperar las iniciativas en marcha. La Confederación Hidrográfica del Júcar admite en su página web que ha recibido 85 peticiones para autorizar el uso de agua para otros tantos proyectos en el conjunto del territorio valenciano.
En este capítulo se lleva la palma la Vega Baja, una comarca donde se levantan innumerable urbanizaciones ya consolidadas. En la zona hay al menos dos proyectos que son objeto de investigación judicial por supuestos delitos contra la ordenación del territorio. Uno de ellos es el que ha rechazado Territorio y Vivienda en un monte público de Albatera. El segundo, el complejo del campo de golf de Algorfa.
El fenómeno de las grandes urbanizaciones a la sombra de un campo de golf también presenta un pico significativo en la Marina Alta. En esta comarca funcionan en la actualidad dos campos de golf, uno ubicado en Dénia y un segundo en Xábia. No obstante, en los últimos meses, los promotores han presentado proyectos en los términos de Pego, Ondara, Dénia, Sella y la pequeña localidad de Sanet i Negrats. La avalancha de propuestas, con una media de 1.500 viviendas, que en el caso de la última localidad implicaría multiplicar por 10 su censo actual de apenas 500 habitantes, ha llevado a las entidades cívicas de la comarca a constituir una plataforma para canalizar el rechazo a estos nuevos proyectos urbanísticos.
