Casi el 60% de la plantilla de Osakidetza apoya las huelgas sucesivas desde el día 17
Sanidad llama "intransigentes" a los sindicatos y considera "más que suficiente" su oferta
Casi 15.000 de los 26.000 trabajadores de Osakidetza (el 57,7%) han respaldado con su firma las siete jornadas de huelga por zonas convocadas en los hospitales y ambulatorios vascos desde el 17 de febrero. ELA y los sindicatos de enfermería (SATSE) y de médicos (SME) comunicaron formalmente ayer a los departamentos de Trabajo y Sanidad la convocatoria de los paros, que serán escalonados por hospitales y comarcas y desembocarán en uno general el 22 de abril. Osakidetza criticó la "intransigencia" de las centrales e insistió en que su oferta es "más que suficiente".
Las huelgas suponen otro paso más en el conflicto que vive Osakidetza en los últimos meses. La falta de un convenio desde 2000 y las críticas a la gestión de la dirección, por estimar los representantes sindicales que prima el ahorro frente a la correcta atención, han desembocado en la medida de protesta más drástica. Los paros no han sido secundados por todas las centrales: LAB (con el 15,6% de representación), CC OO (9,4%) o UGT (7,4%) no los apoyan. Pero ELA, el SATSE y el Sindicato Médico de Euskadi tienen ahora casi el 58% de representatividad.
Además, los patos se han organizado por hospitales y comarcas, de tal manera que el 17 afectará al hospital de Galdakao, los psiquiátricos de Bermeo y Zaldibar y los centros de atención primaria de la comarca interior de Vizcaya. Las huelgas, que serían todos los jueves siguientes, culminarían el 22 de abril con un paro en todos los centros de la red pública.
Esta protesta escalonada pretende que la incidencia en los pacientes "sea la mínima posible", aseguraron ayer los convocantes, pero con la pretensión de forzar al acuerdo a Osakidetza. Los sindicatos aseguraron que los servicios mínimos garantizarán que "ningún paciente con un problema urgente quede desatendido", pero advirtieron que pugnarán para "hacer efectiva" la huelga y defender este derecho. La intención es que durante las jornadas de paro se presten los servicios habituales de un domingo, entre ellos las urgencias hospitalarias y consultas.
Sin contactos
Pese a que ambas partes insisten en su disposición a negociar, no hay contactos oficiales desde hace tres semanas, cuando Osakidetza presentó su oferta, que calificó de "máximos" y que incluye 42 mejoras con un coste de 80 millones de euros. "Lo que sabemos por ahora es que Osakidetza no ha llamado desde el día 17 [de enero], sabiendo que se avecinaba una convocatoria de huelga", afirmó Izaskun Garikano, responsable de Sanidad de ELA. Las reivindicaciones son diversas y van desde cuestiones económicas hasta los tipos de contratación -ahora se realiza una media de 25 contratos al año a cada uno de los eventuales-, la ausencia de una carrera profesional y la falta de valoración de los puestos de trabajos, o sociales, como la disminución de la jornada para los mayores de 55 años.
Los tres sindicatos criticaron la "actitud de cerrazón e inmovilismo" de la dirección de Osakidetza que, a su juicio, no ha querido nunca una negociación real. "No han hecho nada para evitar este huelga", indicaron, antes de afirmar que los actuales directivos han "llevado a la sanidad vasca a los peores momentos de su historia reciente".
Osakidetza replicó horas después que ha respondido "de manera abierta" a las principales reivindicaciones de los trabajadores y llamó a la reflexión a los sindicatos convocantes. "En lugar de dirigirse a Osakidetza, lo hacen a los medios de comunicación, en un afán injustificable de seguir presionando a través de lesionar la imagen del Servicio Vasco de Salud", señaló en un comunicado.
Sanidad calificó de "intransigente" la postura de las centrales por causar "ya un daño a los trabajadores que dicen defender" y amenazar al conjunto de la ciudadanía. Agregó que la huelga es responsabilidad "exclusiva" de los convocantes e instó a que "dejen de obcecarse" y admitan que la oferta presentada el 17 de enero "es más que suficiente y razonable" para solucionar el conflicto.
El consejero de Sanidad, Gabriel Inclán, se mostró convencido de que se alcanzará un acuerdo con el colectivo de médicos, que iniciaron sus protestas en noviembre por el asunto de los guardias y la saturación de trabajo que conlleva el ahorro económico, según aseguran. Inclán contestó en el Parlamento a una pregunta del PSE sobre este asunto y lo circunscribió únicamente a una "aspiración económica" de los facultativos.
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