El PP intenta cerrar la crisis municipal de Majadahonda con el relevo del alcalde

El PP da por zanjada la crisis política que atenaza al Ayuntamiento de Majadahonda desde hace más de tres meses con la dimisión, ayer, del alcalde Guillermo Ortega, y la toma de posesión del nuevo regidor, Narciso de Foxá. Ortega cesó a la una de la tarde, y el nombramiento de su sucesor fue a las 20.30. De Foxá juró el cargo, al ser elegido por 12 votos a favor (al pleno asistieron 14 ediles del PP), frente a siete del PSOE, y uno de IU. También hubo cuatro votos en blanco (dos del CDS y dos presumiblemente de sendos concejales del PP que apoyaban al regidor saliente). La votación fue secreta.

Ortega dijo adiós al Ayuntamiento -"exclusivamente por motivos de salud"- tras ocupar el puesto de alcalde tres años y medio y el de concejal, 12 años. Sin embargo, los dos concejales que le apoyaban, José Luis Peña y Juan José Moreno, continúan como ediles. Éstos aseguran que trabajarán por Majadahonda, pero a la vez continuarán luchando para que el PP les diga por qué la valoración en 48 millones de euros de una parcela para su venta ha provocado este enfrentamiento y la salida de Ortega del Ayuntamiento. El partido ha ofrecido a Ortega un puesto en una empresa pública de la Comunidad, según confirmó el nuevo regidor.

De Foxá, tiene 50 años, es licenciado en Ciencias de la Comunicación, tiene estudios de derecho y dos hijos. En su discurso de presentación de candidatura mantuvo que la decisión de ser alcalde ya la tomó en 2003, cuando aceptó ser número dos de la lista. "Además", dijo, "tengo el apoyo del PP tanto a nivel regional como local".

El nuevo alcalde en sus palabras tuvo un "recuerdo cariñoso" para su predecesor, al que le deseó "lo mejor en su trayectoria política".

Mayoría absoluta

De Foxá aseguró que va a tener una mayoría absoluta dentro de su grupo. "Hoy faltaba un concejal debido a que Guillermo ha dimitido. Pero cuando tome posesión el nuevo, tendré 13 votos y mayoría absoluta; por lo tanto podré gobernar con comodidad". El PP tiene 15 ediles, pero el alcalde no cuenta con el apoyo de los dos que defendían la gestión de Ortega. El PSOE tiene siete concejales, dos el CDS y uno IU.

El nuevo regidor tiene prevista hoy una reunión con todos los concejales para decirles: "Hay que convencer a Majadahonda de que éste es un equipo que va a llevar al pueblo al menos hasta las cotas que ya había conseguido en las últimas elecciones". Ortega recibió el bastón de mando en mayo de 2001 de la mano de su predecesor en el cargo, Ricardo Romero de Tejada, que dejó la alcaldía al ser nombrado secretario general del PP de Madrid (cargo que ya no ocupa).

El PP, con Ortega al frente, ganó las últimas elecciones municipales con mayoría absoluta. Pero esta ventaja con respecto a sus adversarios políticos no ha garantizado su permanencia. El ya ex alcalde ha visto cómo los ediles de su propio partido le retiraban su confianza. Al final, sólo dos -José Luis Peña y Juan José Moreno- le continuaron apoyando.

En el otro bando del PP estaban los otros 13 ediles aglutinados en torno a Narciso de Foxá, que han ganado finalmente la partida. Por medio, denuncias de irregularidades urbanísticas que salpicaban a ambos bandos, y un déficit presupuestario de 15 millones de euros. Los grupos de la oposición (PSOE, CDS e IU) también denunciaron en repetidas ocasiones que las discrepancias internas del equipo de gobierno estaban afectando a la vida municipal.

Ortega, en su discurso de despedida, defendió su "honradez, dignidad y buen hacer". También ha dicho que en política "lo importante no es tener razón, sino que se la den a uno". En cuanto a las acusaciones sobre contrataciones o adjudicaciones irregulares del Ayuntamiento, el ya ex alcalde pidió que quien tenga pruebas lo denuncie en el juzgado.

El ex alcalde sostuvo que no se arrepentía de ninguna de las decisiones que haya podido tomar, porque ha llegado a ellas "intentando no perjudicar a nadie". También dijo que la vida es muy peligrosa, "no por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa".

Los ediles afines a Ortega revelaron que éste descubrió una trama que se llevaba a cabo en Pammasa, empresa municipal que abarca toda la actividad urbanística del municipio (desde la gestión y urbanización del suelo hasta la edificación de viviendas). El presidente de esta sociedad es el recién nombrado alcalde.

Un 'agujero'

Según el PSOE, Pammasa vendía derechos para edificar vivienda libre a promotores privados a precios tan bajos que ha generado un agujero de 108 millones al Ayuntamiento. Los socialistas denunciaron en 2002 ante el fiscal de Urbanismo estos hechos. Un informe de los concejales que apoyaban al alcalde también aludía a estas irregularidades.

Ortega, según ediles del PP, paró una operación semejante en 2004 que afectaba a la parcela RN1, y la sacó a concurso a un precio de 1.600 euros el metro cuadrado. En opinión De Foxá, ésta fue la gota que colmó el vaso, porque la situación en el Ayuntamiento ya estaba enrarecida. "No se podía apoyar una operación en la que el Ayuntamiento iba a perder entre 30 y 50 millones de euros, ya que la parcela valía por lo menos 2.700 euros el metro cuadrado".

En cuanto a Pammasa, el actual alcalde ha defendido la legalidad de su actuación y ha recordado que Ortega fue vicepresidente de la empresa y concejal de Urbanismo cuando se produjeron algunos de los hechos que se denuncian.