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Columna
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Estatuto y democracia

El presidente de la patronal Cierval, Rafael Ferrando, ha declarado que rebajar el porcentaje de votos para acceder a las Cortes Valencianas, del 5% al 3%, generaría inestabilidad en el Gobierno. Por lo visto, las opciones políticas cuya entrada en el parlamento permitiese la rebaja al 3%, no son de fiar. Imagino que el señor Ferrando preferiría, incluso, que en lugar de descenderlo al 3%, el actual porcentaje del 5% se elevase unos puntos más. Los suficientes para que las dos únicas voces que se oyesen en las Cortes fuesen las del PP y el PSPV. Viviríamos en una Arcadia feliz con las voces de la otra izquierda y la de los nacionalistas arrojadas al exilio extraparlamentario. Pues no, señor Ferrando. Este país necesita que en las Cortes haya voces que puedan aportar otras ideas y denunciar lo que sea denunciable. Porque representan a ciudadanos que también pagan sus impuestos. Y eso no significa inestabilidad sino más democracia. El bipartidismo no representa la realidad política y social de nuestro pueblo. Y, como decía en mi columna del viernes pasado, tanto si se mantiene el 5% como si se rebaja al 3%, que sería más justo, ese porcentaje debería imputarse a los votos de cada circunscripción electoral, o sea, a cada provincia. En lo que coincido, satisfactoriamente, con el rector de la Universitat de València, Francisco Tomás. Nuestros empresarios, lo que deberían pedir, es rebajar el déficit fiscal. Rebajar la diferencia entre lo que aportamos a las arcas del Estado y lo que recibimos. Eso sí que produce inestabilidad. Inestabilidad económica. Solo hay que ver el nivel de endeudamiento en que se encuentran el Consell y el Ayuntamiento de Valencia. Y con la Copa del América a la vista. Pero de eso, aquí, nadie habla. Nuestros vecinos del norte, sí. Y es que sin autonomía fiscal y financiera no hay verdadero autogobierno. Hay que ser solidarios, claro. Pero eso hay que cuantificarlo y ponerle un límite. Y aquí hay quienes se pasan la vida sacando pecho y cantando orgullosos aquello de que luchamos "para ofrendar nuevas glorias a España". Eso está muy bien, pero sin pasarse.

fburguera@inves.es

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