El nuevo Estatut prevé mociones de censura a los consejeros

El Instituto de Estudios Autonómicos (IEA) ha planteado a la ponencia parlamentaria que redacta el nuevo Estatut profundas novedades respecto al título tercero, el que regula las instituciones de la Generalitat y las figuras del presidente y del conseller primer. El informe prevé, por ejemplo, mociones de censura individualizadas a los consejeros en el Parlament, plantea la posibilidad de ampliar las legislaturas a cinco años y propone tres niveles de poder, opcionales, para el primer consejero.

El documento de trabajo redactado por el instituto refunde en el título tercero la actual Ley del Parlament, del presidente y del Consell Executiu y fija las relaciones entre las diferentes administraciones catalanas -autonómica y local- además de regular el funcionamiento de otros organismos autónomos como el Síndic de Greuges, la Sindicatura de Cuentas, el Consejo Consultivo o la Comisión Jurídica Asesora.

Aunque en su mayor parte el documento reproduce las líneas básicas del actual Estatut y de la ley mencionada, introduce algunos aspectos novedosos, unos para incrementar el autogobierno catalán y otros que podrían considerarse de profundización democrática.

En este último apartado, por ejemplo, se contempla la posibilidad de que las mociones de censura no sólo puedan presentarse contra el Gobierno en su conjunto sino también contra consejeros, de forma individual. En caso de prosperar la moción, el consejero debería presentar su dimisión y ser sustituido por otro.

Asimismo, el instituto plantea que se puedan ampliar las legislaturas de cuatro a cinco años; obliga al Parlament a realizar un seguimiento sobre el cumplimiento de las leyes y decretos aprobados y da carácter vinculante a la mayoría de resoluciones del Consejo Consultivo, el órgano que vela por la constitucionalidad de las normas que elabora el Gobierno y el Parlament. Ahora, los informes no son preceptivos.

Respecto a la regulación competencial del conseller en cap (el IEA lo denomina conseller primer), el informe plantea tres opciones según el poder que los ponentes quieran finalmente otorgarle. Un primer modelo aboga por reforzar la figura del presidente de la Generalitat y la posible existencia de un conseller primer pero con un poder muy limitado. El segundo incrementa las competencias del conseller primer y deja al presidente las funciones esenciales de representación y dirección del Gobierno. La tercera fórmula plantea un estadio intermedio muy similar al que el conseller primer tiene en el proyecto de ley aprobado por el Gobierno catalán.

Las modificaciones que el instituto ha introducido al título tercero del Estatut obligarían, por otra parte, a reformar una ley orgánica, la del Tribunal Constitucional. Se pretende, con ello, dejar sin efecto la suspensión eventual, pero automática, de una ley autonómica cuando el Gobierno central presenta un recurso de inconstitucionalidad, supuesto que no se produce a la inversa cuando un Parlamento autonómico recurre contra una ley estatal.

La ponencia también tendrá que decidir, tal como propone el IEA, aumentar el rango protocolario del presidente de la Generalitat, pues le sitúa en los actos que se celebren en Cataluña inmediatamente detrás del Rey pero delante del presidente del Gobierno central.

En cuanto a los consejos comarcales, el documento propone que el órgano de gobierno esté integrado por todos los alcaldes de cada comarca.