Detenido un hombre que pasó la víspera del 11-M con un autor del atentado
Rachid Bendouda es sospechoso de haber ayudado a varios huidos
La Comisaría General de Información detuvo ayer en el barrio madrileño de Lavapiés a Rachid Bendouda, el Gordo (Oujda, Marruecos, 18 de octubre de 1971), a quien varios testigos vieron pasar toda la tarde anterior al 11-M con un grupo de magrebíes entre los que se encontraba Abdenabi Kounjaa, supuesto autor material de la matanza y uno de los siete suicidas de Leganés. Además, regenta una tienda de ropa a la que dos terroristas huidos enviaron a un emisario para que recolectara "dos o tres mil euros" para mandarlos a Bélgica.
Rachid Bendouda regentaba la tienda de ropa Afila, en la calle de Caravaca de Lavapiés, propiedad de Mohamed y Abdenabi Chedadi, quienes ya fueron detenidos en marzo por su supuesta relación con el 11-M y puestos posteriormente en libertad. Esa tienda está vinculada también a Said Chedadi, implicado en la Operación Dátil (los islamistas españoles presuntamente relacionados con el 11 de septiembre). La casa del Gordo, sita en la calle de Montseny, en la barriada de Numancia, de Vallecas, fue registrada ayer por la policía.
Las fuentes consultadas indican que varios testigos vieron a Benduoda pasar toda la tarde en Lavapiés con un grupo de magrebíes, entre los que se encontraba Abdennabi Kounjaa, uno de los siete terroristas que se suicidaron en Leganés el 3 de abril de 2004 y cuyo perfil genético fue localizado en el piso de los suicidas, en la furgoneta Renault Kangoo (hallada el mismo 11-M en Alcalá de Henares), en la casucha de Chinchón (donde se prepararon las bombas) y en el Citroën C-3 utilizado para colocar, el 2 de abril, una bomba en las vías del AVE.
Además, Ibrahim Afallah declaró ante el juez Juan del Olmo que el 6 de abril recibió una llamada de su hermano Mohamed, huido de Leganés, en la que éste le pedía que fuese "a la calle Caravaca, por el barrio de Lavapiés, y que buscase una tienda de ropa de un tal Abdelnagi a ver si éste le podía dejar dos o tres mil euros para él". No consiguió el dinero. En esa misma llamada, Mohamed le pedía a su hermano los teléfonos de un tal Mimoum y de un tal Youssef, en Bélgica.
El tal Youssef es, según las pesquisas, Youssef Belhadj, de 28 años, detenido anteayer en Bélgica y sobre el que la justicia de ese país decidirá en 20 días si lo entrega o no a España. Los investigadores sospechan que esta persona podría ser Abu Dujanah al Afgani, el portavoz de Al Qaeda en cuyo nombre fueron reivindicados los atentados del 11-M de 2004. No obstante, la policía belga cree que el papel de Belhadj (familiar de Mohamed Belhadj, uno de los buscados por la matanza de Madrid) se limitó a falsificar documentos para algunos de los implicados en los atentados. La justicia belga decretó la libertad provisional de Belhadj en junio de 2004 pese a estar acusado en ese país de ser "miembro de una asociación de malhechores con fines para cometer actos terroristas". El detenido compareció ayer ante un juez de instrucción de Bruselas, que le comunicó el motivo de su arresto tras una orden internacional de búsqueda y captura bajo el formato de euroorden cursada por la Audiencia Nacional.
Por otro lado, el argelino Mohamed Achraf, supuesto jefe de la célula terrorista que pretendía volar la Audiencia Nacional en un ataque suicida, ha presentado un recurso ante el Tribunal Supremo de Suiza para intentar impedir su entrega a España. Pierre Marie Waldvogel, abogado de Achraf, quien permanece encarcelado en la prisión del aeropuerto de Zúrich-Kloten, confirmó que el recurso puede impedir o retrasar algunos meses la extradición, informa desde Berna Luis Vázquez. El viernes pasado, la Oficina Federal de Justicia (OFJ) autorizó la entrega de Achraf, tanto por ser el supuesto planificador del atentado contra la Audiencia como para delimitar su presunta implicación en el 11-M.
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