La Agencia Mundial Antidopaje halla otro anabolizante de diseño

Después de la THG, la DMT. Unas nuevas siglas para memorizar, nueva combinación que entra en juego en la sopa de letras, en la lucha de los laboratorios antidopaje reconocidos y homologados contra los laboratorios químicos y extremadamente productivos. Las siglas DMT, las últimas llegadas, responden por desoxi-metil-testosterona, que, como su nombre indica, es una pariente de la testosterona, la hormona natural de la fuerza y la masculinidad, un poderoso anabolizante que acaba de ser descubierto por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).

De la THG -tetrahidrogestrinona-, otro anabolizante sintético-no se supo nada hasta que el laboratorio antidopaje de Los Ángeles no anunció su descubrimiento el verano de 2003 y la definió como anabolizante de diseño inventado y distribuido exclusivamente para dopar a deportistas con la seguridad de no ser descubiertos en los controles. De la DMT no se sabía nada hasta ayer, hasta que Christianne Ayotte, directora del laboratorio antidopaje de Montreal anunció su descubrimiento.

Como la THG, la DMT es un anabolizante sintético y ha sido diseñada, fabricada y distribuida ex profeso para dopar a deportistas y eludir los controles antidopaje. "Es la sustancia más refinada y compleja que nunca se ha descubierto", dijo Ayotte. "La THG fue una modificación sencilla, un solo paso, de la gestrinona. Pero la DMT está a un nivel de complejidad que no habíamos visto antes, y lo sabemos porque hemos reproducido a todos los niveles la forma en que se creó este producto. Luchamos contra un grupo de químicos con alto grado de especialización en química orgánica ayudando a esa gente a distribuir estos productos a los deportistas".

Si el descubrimiento de la THG -y con ello la percepción de que el dopaje había alcanzado un nivel superior, un nivel que hacía suponer la existencia de una red de laboratorios clandestinos inventando productos invisibles- fue posible porque un entrenador despechado, Trevor Graham, envió a la agencia antidopaje de Estados Unidos una jeringuilla con una gotas para vengarse de la defección de sus atletas Marion Jones y Tim Montgomery, el descubrimiento de la DMT no habría sido posible si la AMA no hubiera recibido un email anónimo poniéndola al corriente el verano pasado de la confiscación en las aduanas canadienses de unas botellas con un líquido desconocido. "Y hemos estado trabajando los últimos meses con las aduanas canadienses hasta llegar a este punto", dijo Olivier Rabin, director científico de la AMA.

El descubrimiento de DMT confirma las palabras de Victor Conte, el dueño de Balco, el laboratorio que distribuyó la THG. "Han descubierto la THG, pero hay otros productos desconocidos circulando por los ambientes deportivos estadounidenses", advirtió Conte al FBI. Pero si el hallazgo de la THG desencadenó una tormenta que se llevó consigo a los mejores velocistas del momento en EE UU y a una revisión de los resultados del Mundial de atletismo de París 2003 -hasta se volvieron a analizar, usando ya el método para detectar la THG, las muestras de orina congeladas del Mundial francés-, no parece que la DMT haya tenido un uso tan extendido como la THG. De hecho, ninguna autoridad científica ni deportiva evocó ayer la posibilidad de volver a analizar las miles de muestras congeladas de los Juegos de Atenas en busca de la DMT. "No creo que haya sido utilizada mucho", añadió Ayotte. "En la despensa del laboratorio tenemos cientos de muestras, las hemos analizado con el método que hemos puesto a punto para detectar la DMT y no hemos hallado nada".

"Y yo no creo que sea necesario volver a analizar las muestras de Atenas", precisó ayer Jordi Segura, director del laboratorio antidopaje de Barcelona y miembro de la Comisión Antidopaje del Comité Olímpico Internacional (COI). "No he estudiado aún en profundidad la DMT, pero estoy casi seguro de que con los procedimientos habituales, si alguien hubiera utilizado DMT en Atenas habría aparecido en la ventanita del espectrómetro de masas su pico correspondiente". Segura trabajó en el laboratorio de Atenas durante los Juegos. "Sabemos que hay químicos al servicio de organizaciones creando productos en teoría indetectables", dijo. "Pero el que los crea muchas veces no sabe exactamente qué podemos detectar con nuestros métodos".