_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Respuesta a Glucksmann

Delegado de la Agencia de Información de Rusia RIA Novosti en España -

El señor Glucksmann reapareció en las páginas de EL PAÍS con el comentario "Putin y la revolución permanente". Como el periódico había brindado a nuestra agencia una vez la oportunidad de contestar a este autor apasionado pero cuestionable, espero que la paridad también se observe en esta ocasión.

Lo único que me gustaría precisar de entrada es que a mí también me horrorizan las ruinas de Grozny que vi por mis propios ojos. Pero no ha sido Putin, contrariamente a lo que Glucksmann afirma, quien redujo a escombros la capital de Chechenia, sino Yeltsin, cuyo democratismo no es cuestionado por el autor. Lo que se hace ahora bajo la presidencia de Putin es el restablecimiento de la ciudad, dicho sea de paso.

Pero pasemos a lo esencial, a la revolución permanente, a Ucrania y a la libertad de palabra, que son precisamente los temas más enfocados por el señor Glucksmann.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Cualquier revolución, sea roja o democrática, nunca es permanente. Ya al día siguiente de la fiesta vienen las personas que se ponen a reparar los muebles destrozados por revolucionarios fervorosos.

Lo primero que hizo el señor Yúshenko, por cierto, fue cambiar la corbata naranja por otra, ordinaria, aludiendo así a que el tiempo de la euforia revolucionaria ha tocado fondo y es hora de volver a las faenas y a la vida normales. En eso, por lo menos, el nuevo presidente de Ucrania se aproxima más a Putin que a un revolucionario permanente como Glucksmann.

El pecado mayor que se le imputa a Putin es, probablemente, la "opresión contra los medios". Sin embargo, si miramos lo que ha salido a lo largo de la última semana en todas las cadenas de televisión rusas -y es precisamente de esta fuente de donde la prensa internacional saca la información, por el mero hecho de no tener capacidad técnica para cubrir el inmenso territorio de Rusia-, veremos una sucesión de reportajes sobre las protestas masivas de ancianos indignados con el Gobierno, el cual suplantó los privilegios habituales desde los tiempos soviéticos por compensaciones monetarias. Es decir, el problema más importante y extremadamente sensible para el país se debate abiertamente, en cada hogar, y con duras críticas hacia la actuación del Gabinete reformista y los errores por él cometidos.

La diferencia entre Putin, empeñado en llevar a cabo una reforma económica liberal en Rusia, y el señor Glucksmann consiste en que aquél se dedica a la ardua tarea de reparar un país destruido por los bolcheviques, primero, y por los "demócratas revolucionarios", después, mientras que éste, como ciudadano del mundo libre, sólo está dispuesto a seguir destrozando permanentemente los muebles. Que los lectores de EL PAÍS decidan cuál de ellos dos se parece más a un "hombre ilustrado", según la expresión del señor Glucksmann.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_