El Madrid no patina
Beckham tumba al Numancia y mantiene al equipo a 7 puntos del Barça, mientras el Athletic frena aún más al Valencia
La intimidatoria victoria del Barça en el Sánchez Pizjuán no hizo tiritar a su principal perseguidor. El Madrid despachó al Numancia y mantuvo la distancia con los azulgrana, en un pulso en el que nadie cede por ahora, lo que beneficia al grupo de Rijkaard, máxime tras superar un farragoso examen en Sevilla, una plaza en la que nadie había ganado en toda la Liga. Ante un envite más sencillo que el de los azulgrana, el equipo de Luxemburgo respondió con aplomo frente un contrario que no aprovechó sus dos oportunidades: el frío y el penalti fallado por Tevenet con 0-0. No fue una victoria brillante, pero a estas alturas al Madrid le basta con echar las cuentas con un líder que es un cohete y ya parece haber doscolgado al Valencia, alejado 14 puntos tras su empate en Mestalla con el Athletic.
Pese a la supuesta debilidad del colista, el polar partido de Soria tenía trampa para el Madrid, más exigido por la ausencia de Ronaldo, de viaje en Brasil. Sin el puñal brasileño, Beckham acudió al rescate del equipo al más puro estilo del inglés. Le faltan muchas lecciones de fútbol, aunque a balón parado Beckham es un banderillero de primera. Tiene un tobillo de plastilina y golpea la pelota como pocos. Un especialista idóneo para resolver encuentros como el de Los Pajaritos, una de esas faenas que desagradan a equipos de tantos galones como el Madrid. Hasta la aparición de Beckham, el Madrid gobernó el partido con cierta comodidad, pero de nuevo Casillas le evitó un engorro mayor, al acertar con el tibio lanzamiento de penalti de Tevenet. Del resto se encargó Guti cuando Luxemburgo le dio carrete. Por segunda jornada consecutiva, el técnico brasileño esposó al madrileño al banquillo, en una decisión nada original. Pero Guti ha madurado y a cada pescozón responde con autoridad. En Soria dejó una huella magnífica en los 20 minutos que le concedió el entrenador, que ha recurrido a Gravesen para orillar a Guti. Como si ambos no mezclaran, cuando en realidad pueden ser perfectamente complementarios. Luxemburgo, como sus predecesores, no quiere meter la tijera en la zona galáctica, una hoguera en la que se puede quemar. Quizá se sienta respaldado por los marcadores, pero la trayectoria de Guti en lo que va de curso le deja en evidencia.
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