_
_
_
_
Reportaje:

Aprender de las películas

La Jaume I acoge una conferencia sobre el valor histórico del cine

María Fabra

La historia debe dar gracias al cine, ya que éste se ha convertido en una fuente documental esencial para escribir la historia del siglo XX. Sobre esta idea, la Universidad Jaume I de Castellón albergó la pasada semana una conferencia con la que, dentro del taller de Historia Contemporánea, el profesor de Filosofía, Sociología y Comunicación Audiovisual y Publicidad, Vicente Benet, analizó El cine como documento histórico.

Autor del libro Lo que el viento se llevó, Benet es un firme defensor, frente a otros muchos historiadores, del valor de las películas. Y, con referencias a este clásico, demostró la radiografía que el filme supuso para la sociedad americana de finales de los años treinta. Entre otras cosas, con la plasmación que recoge del papel de las mujeres y la superación de las adversidades.

Las imágenes muestran aquello que era socialmente aceptable decir en cada tiempo

Pese a la "gratitud" que la historia debe al cine, Benet desgranó los porqués del hecho de que los historiadores hagan poco uso de las imágenes cinematográficas. Así, destacó cuatro características como los principales "obstáculos": El poder de atracción de las imágenes cinematográficas; la inflación de escenas durante el sigo XX; la fiabilidad de las mismas, y el contexto en el que fueron rodadas.

Sobre el poder de atracción, Vicente Benet alertó al auditorio sobre el rigor al que el historiador debe someter las imágenes. Así, explicó que entre una escena de un bombardeo y otra en la que la gente corre asustada se ha de plantear que su secuencia es fruto de un montaje. Además, también advirtió del "constante reciclaje y reutilización de imágenes en los más variados contextos", que siembran la duda entre aquellos que buscan el rigor.

El siglo XX está lleno de imágenes, filmes de ficción, documentales, noticiarios, publicidad e incluso películas familiares. Para Benet todos ellos son valiosos, cada uno en su contexto, ya que "pueden servir para construir un discurso sobre los cambios sociales, la historia cultural, los valores, el género, lo público y lo privado", por ejemplo. Incluso las imágenes familiares servirán, en un futuro, como un escaparate de nuestros días.

Es al mismo tiempo necesario, sin embargo, que "el historiador tenga criterios de clasificación y jerarquización de las imágenes para poder incorporarlas en su discurso sobre la realidad", tal como señaló durante la conferencia el profesor Vicente Benet.

El tercero de los obstáculos que han de superar los historiadores es el de la fiabilidad. En este punto, Benet abundó en la potencial manipulación que pueden tener las imágenes y en el hecho de que éstas "pueden engañarnos a través de una reconstrucción falsa de los acontecimientos históricos".

Y, por último, lanzó otro aviso a los historiadores. Y es que éstos "han de tener presente el uso para el que fueron tomadas las imágenes para comprenderlas". Así, explicó, es necesario saber "si formaban parte de un programa de entretenimiento, de información, de propaganda, del ámbito de lo íntimo y lo familiar", del mismo modo que las técnicas utilizadas para su grabación.

Sin embargo, Vicente Benet aportó también soluciones para salvar este último obstáculo y entender cuál puede ser realmente la funcionalidad de la imagen cinematográfica como documento histórico. Y es que, según señaló, "las imágenes nos dan una información valiosísima sobre el contexto en que fueron producidas y fueron vistas por su público". También enseñan aquello que resultaba socialmente aceptable decir a través de las imágenes y aquello que no lo era. Más allá de los "temas" que traten, concluyó Benet, "las imágenes revelan la mentalidad del momento".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_