La Caixa gana un 21,4% más y supera los 1.000 millones de euros
Fornesa coincide con Solbes en defender la "españolidad" de los bancos
La Caixa rompió el año pasado por primera vez la barrera de los 1.000 millones de euros de beneficio y ganó 1.020, un 21,4% más que en 2003. Las dos patas de sus ingresos evolucionaron mejor que ese año: el negocio bancario creció un 15,5%, hasta los 237.154 millones, mientras la mejora de los resultados de sus empresas participadas tuvo también un impacto positivo en sus cuentas. La cartera industrial, que tras la salida de Deutsche Bank aún roza los 16.000 millones, le reportó 926 millones de ingresos. Frente a estas cifras, el presidente Ricard Fornesa se esforzó en señalar a la obra social (255 millones, un 44% más) como la "razón de ser" de la caja.
Era la primera vez que La Caixa presentaba resultados desde que recuperó la dirección general única que ostenta Isidre Fainé -tras el acceso de Antoni Brufau a la presidencia de Repsol- y también tras el vuelco político del 14-M. La posibilidad de cambios en la cúpula de empresas privatizadas, algunas de ellas participadas por la caja como la propia Repsol (12,5%), Endesa (5%) o Telefónica (5%), aderezado por la apertura de diligencias por Anticorrupción a Francisco González, presidente del BBVA, a raíz de la venta de FG Valores, centraron buena parte del acto. De ahí que Fornesa se esmerara en "recordar el objetivo fundamental" de la obra social.
El presidente de la primera caja se desvinculó de posibles relevos en las privatizadas, más allá de Repsol, en la que, dijo, "quisimos ejercer de accionista preferente". Defendió la independencia de la caja y rechazó representar "el banco del Gobierno", aunque sí se dijo "dispuesto a financiar al Gobierno de aquí y al de allá". En este sentido, La Caixa alardeó de su colchón: contando las participadas no cotizadas, las plusvalías de la cartera industrial superan los 7.000 millones. "Podemos ganar lo que queramos", afirmó Fainé.
En 2004 el beneficio fue de 1.020 millones, en una cuenta de resultados que incluye saneamientos extraordinarios de 320 millones, incluida tanto la dotación de 156 millones con que se han cubierto los compromisos de los 520 empleados prejubilados como los costes del centenario de la caja.
Baja morosidad
La Caixa, cuya inversión crediticia se moderó (17,8%, por debajo de otras entidades), logró un aumento significativo del margen de explotación (28,2%), en el que ha pesado la fuerte desaceleración en los gastos (4,8%, frente a niveles muy superiores de otros años). En línea con el plan estratégico, la caja ha abierto otras 103 oficinas. Frente al bajo ratio de morosidad (0,41), mejorar la eficiencia es una asignatura pendiente (57,3).
En lo que sí hizo hincapié el presidente es en rechazar cualquier participación "directa o indirecta" de La Caixa en la entrada de Sacyr en el BBVA. A este respecto, Fornesa defendió la "españolidad" de las grandes empresas, que considera "deseable, a título personal", al hilo de lo manifestado por el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, para conservar los centros de decisión, "como hacen todos los países de Europa".
Preguntado por la situación del BBVA y del proceso judicial abierto contra el presidente del Santander, Emilio Botín, Fornesa aseguró que "ningún juicio ayuda" a la estabilidad del sistema financiero. Aunque, a renglón seguido, aseguró que estos hechos, que llegó a tildar de "anecdóticos", se están viviendo "sin la menor inquietud" porque el sistema financiero español "es de primera calidad en estabilidad y solvencia".
Fornesa justificó el cobro de comisiones por servicios y cargó contra "los bancos que abusan de nuestra red para vivir cómodamente sin inversiones". Fainé abundó en esta idea y pidió al Banco de España que "cambie las reglas" y dé libertad para compensar los gastos derivados de estos servicios.
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