La Generalitat modificará la construcción del túnel del metro

Se ha hecho bien, pero se modifica. Ésa era la idea que ayer intentaba transmitir el Gobierno catalán tras el hundimiento en las obras de la línea 5 del metro en el barrio del Carmel de Barcelona. Cuando se reanuden las obras se harán más prospecciones y se cambiará el sistema constructivo. Mientras el cemento arrojado llegaba ayer a la superficie del socavón, los más de 1.000 afectados se preparaban para pasar el fin de semana fuera de sus casas.

"No vamos a precipitarnos en dejar volver a las personas a sus casas mientras no tengamos la plena certeza de que no hay riesgo", insistía ayer Manel Nadal, secretario para la Movilidad del Departamento de Política Territorial de la Generalitat. Durante la tarde de ayer, técnicos y bomberos se pudieron acercar al socavón del número 12-14 del pasaje de Calafell.

No lo pudieron hacer antes de que el cemento llenara el agujero y eso ocurrió a las tres de la tarde, después que tres máquinas situadas en las proximidades del socavón bombearan 2.000 metros cúbicos de hormigón. Y uno de los edificios que concentraron las primeras inspecciones de la zona crítica -la comprendida en un radio de 25 metros- fue el bloque de viviendas del número 10 del pasaje de Calafell, del que 25 personas ya fueron desalojadas el martes por la noche. Nadal fue bastante claro al decir que el edificio está seriamente afectado- parte de su base quedó suspendida- y que serán los bomberos y los técnicos quienes decidirán si se derruye o se apuntala. Un eventual derribo de esa finca afectaría a las colindantes: "Lo que no queremos es que algunas personas vuelvan a sus casas si la de al lado no está en condiciones", aclaró Nadal.

Ayer se derruyeron las paredes que habían quedado en pie a un lado del garaje que se fue abajo. La rapidez de los trabajos de inspección de las fincas más cercanas al socavón dependerá del tiempo que el cemento tarde en fraguar. Por tanto, el cálculo de los daños que el socavón ha realizado se demorará unos días. En este sentido, el secretario de Movilidad insistió en que el Gobierno catalán asumirá los costes o indemnizaciones por los daños y perjuicios que el desalojo ocasione a los afectados. En una entrevista en TV-3, el consejero de Politica Territorial, Joaquim Nadal, afirmó que si alguien pierde su vivienda tendrá otra nueva en la misma zona.

El hundimiento de las obras del túnel del metro tendrá efectos cuando se reanuden los trabajos. En primer lugar, después de lo ocurrido se modificarán tanto el sistema de construcción como el protocolo de estudios del terreno. Además, el fin de obra, previsto para final de 2006 (la entrada en funcionamiento, para 2007), probablemente se retrasará.

"Es una posibilidad, pero lo más importante es hacer el metro bien y sin riesgos. Por tanto, el hecho de que la ampliación de la línea se retrase no nos preocupa", señaló Nadal.

Ante las quejas de los vecinos relativas a que se produjeron grietas en algunos edificios y los requerimientos de explicaciones de los grupos de la oposición al Gobierno tripartito, Manel Nadal negó que se haya cometido alguna negligencia e insistió en que los estudios realizados eran los correctos "en su momento". Pero ya no lo son tanto, parecía querer decir al añadir que después de lo ocurrido es evidente que hay que incrementar las catas y los controles geológicos, y utilizar más medidores de movimientos (extensómetros) a medida que se avance en el túnel.El sistema de catas o prospecciones que se utiliza es en sentido vertical y sólo se hace en horizontal -hacia adelante antes de avanzar en la perforación del túnel- cuando se descubre alguna irregularidad. "Ahora se harán en horizontal para asegurar el avance de la obra y poder detectar fallas", apuntó Manuel Nadal. En cualquier caso, el plan de trabajo de catas y detectores ha sido encargado a una empresa especializada, añadió.

La modificación del método constructivo en lo que resta del túnel es que, a medida que se avance, se afianzarán la bóveda y las paredes del mismo recubriéndolo con hormigón. "El método de excavación en mina es el austriaco y es seguro, pero ahora lo reforzaremos al consolidar inmediatamente la vuelta", explicó Nadal.

Algunos expertos consultados consideran que la peculiaridad del terreno de la zona -tierras y pizarras de un antigüedad de más de 400 millones de años acumuladas por innumerables pliegues- hace aconsejable extremar las comprobaciones y estudios previos. Josep Maria Rovira, secretario del Colegio de Ingenieros de Cataluña, apuntaba, por ejemplo, que hay un punto en el trazado de esa línea de metro que llega a bajar 90 metros, "y eso requiere extremar todo lo relativo a los estudios previos porque se trata de una orografía de montaña muy distinta a la que se encuentra en el resto de la ciudad". En cuanto a la reanudación de las obras del metro, Nadal dijo ayer que se empezará por comprobar en qué estado ha quedado el túnel de maniobra dañado por el hundimiento.

Después del susto inicial, los partidos políticos de la oposición, tanto del Ayuntamiento de Barcelona como del Gobierno de la Generalitat, CiU y el PP, pidieron ayer explicaciones a los respectivos tripartitos sobre las circunstancias del hundimiento en las obras de la línea 5.

En el caso del Gobierno autónomo, el diputado de CiU en el Parlament Josep Rull y el presidente del PP catalán, Josep Piqué, coincidieron en solicitar una comparecencia ante la Cámara catalana del consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal.

"Las explicaciones del consejero no deberán limitarse a este caso en concreto, sino en general, a la seguridad del conjunto de las obras públicas en el subsuelo de los municipios catalanes", exigió Josep Rull en un comunicado. A su vez, Piqué, recordó los "grandes escándalos políticos" que levantaron algunos hundimientos en las obras de la línea del AVE durante los mandatos del Gobierno popular y las críticas que recibió el ex ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos. "Conviene no tener la memoria demasiado corta", advirtió y reclamó también que Nadal comparezca ante el Parlament.

En el ámbito municipal, el jefe de filas de CiU, Xavier Trias, expresó su deseo de que el Ayuntamiento y la Generalitat "abran un periodo de reflexión sobre las obras en el subsuelo de Barcelona" con el objetivo de "garantizar la seguridad y el riesgo cero". Trias también reclamó al alcalde, Joan Clos, que ofrezca a los afectados "máxima atención, información y proximidad".

En el grupo municipal del PP, Alberto Fernández Díaz solicitó que, "tras atender a los afectados", el alcalde y el consejero "den explicaciones" sobre el hundimiento. Fernández Díaz pidió, además, la puesta en marcha de un "protocolo de alarma" para los casos de accidente a fin de evitar "que se produzcan situaciones como las que se han dado en el Carmel, en las que los propios ciudadanos tuvieron que desalojar a sus vecinos".

El secretario de Movilidad replicó a la oposición: "Hemos dado toda la información de que hemos dispuesto desde el primer momento". Y afirmó que el consejero Joaquim Nadal comparecerá "por voluntad propia" en el Parlament para explicar lo ocurrido y dar garantías.