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El Malaguita culpa a un menor de haber arrollado 15 veces a Sandra Palo

El País

Javier A. L., alias El Malaguita -presunto inductor del secuestro, violación y asesinato de Sandra Palo y el único mayor de edad implicado en este crimen-, reconoció ayer en su juicio que mantuvo relaciones sexuales con Sandra, pero aseguró que éstas fueron "consentidas". Sobre el atropello y posterior quema del cadáver, negó su implicación. La fiscalía pide un total de 69 años de prisión para Javier A. L. Durante la vista, Javier A. L. insistió en que Sandra pedía en todo momento que no le hicieran daño y que no la mataran porque pronto iba a ser la comunión de su hermano. El cadáver carbonizado de Sandra, de 22 años, fue hallado por un camionero el 17 de mayo de 2003 en una cuneta próxima a Leganés.

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Según el reo, él mantuvo relaciones sexuales "consentidas", dado que ella no opuso resistencia. Afirmó que él no participó en su asesinato. El Malaguita dijo que fue Ramón S. G., El Ramón, quien atropelló a Sandra "unas quince veces o por ahí", lo que motivó, dijo, que se peleara con él. En ese momento de su comparecencia el acusado pidió perdón a la familia de Sandra.

María del Mar Bermúdez, madre de Sandra, declaró que El Malaguita se contradecía y rechazó que su hija hubiese mantenido relaciones sexuales consentidas con él.En el juicio que se celebró ayer en la Audiencia de Madrid contra El Malaguita, el acusado, que ocultaba su rostro bajo un pasamontañas de color negro, dijo que no conocía a Sandra Palo. Explicó que el día que ocurrieron los hechos la recogió, junto a su amigo Alberto, en una parada de autobús "porque ambos estaban haciendo autoestop para ir a Getafe".

Aseguró que los dos chicos se subieron al coche "por su propia voluntad" y que Alberto abandonó el vehículo sin que nadie le empujara. Tras dejar al chico, llevaron a Sandra a la zona en la que se instala la empresa Rótulos Fraile. Una vez allí, según contó El Malaguita, su amigo apodado El Ramón mantuvo relaciones sexuales también "consentidas" con Sandra, y que después las mantuvo él.

Además, afirmó que tras el acto sexual fue a limpiarse con una botella de agua que había en el maletero del coche en el que llevaron a Sandra hasta el lugar de los hechos y que, mientras él estaba ausente, El Ramón, acompañado de José Ramón M. M., alias El Ramoncín, atropellaron a la víctima repetidamente.

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Gasolina para quemarla

"Cuando el coche paró, vi que la chica tenía la pierna y el cuerpo ladeado y la piel quemada", indicó el procesado. En su declaración, El Malaguita dijo que, una vez El Ramón hubo terminado de embestir a la chica, tanto él como R. G. J., alias El Pumuki, subieron de nuevo al turismo y se fueron a comprar "un euro de gasolina para quemar el coche". "Luego", añadió, "El Ramón me llevó a mi casa porque yo tenía el mono de fumar caballo y me acostaba o tenía ir a comprar droga".

De este modo, el encausado mantuvo no haber participado en la quema del cuerpo de Sandra. El fiscal pide para Javier A. L. cinco años de prisión por un delito de detención ilegal, 42 años por tres delitos de agresión sexual y 22 años de prisión por un delito de asesinato, mientras que la acusación particular estima que el imputado debe cumplir 76 años de cárcel por los mismos delitos.

María del Mar Bermúdez, la madre de Sandra Palo, cree que la declaración del imputado ha sido "completamente contradictoria". Señaló que su hija no hizo autoestop ese día y que tampoco tuvo relaciones sexuales consentidas. "En su cuerpo", razonó María del Mar, "había signos de violencia".

María del Mar aseguró, además, que la petición de perdón por parte de los chicos no le sirve de nada puesto que "no le va a devolver a su hija" y que no dejará de luchar para que al imputado "le caiga la máxima pena".

En su opinión, tanto Javier A. L. como los otros menores ya juzgados y condenados por estos hechos son "asesinos, alimañas y animales" por haber "secuestrado, violado y asesinado a mi hija". En apoyo a la familia de Sandra Palo se personaron en la Audiencia familiares de otras personas asesinadas en Madrid, como los padres de Beatriz Agredano, la madre de Ndombele Augusto Domingos, la familia de Mar Herrero y los padres del camionero Jesús Jiménez González, quienes pidieron a los partidos políticos que se unan en su lucha.

El juicio seguirá hoy con las declaraciones, como testigos, de los tres menores de edad que participaron en el crimen. Se trata de El Ramón, El Ramoncín y El Pumuky. Los tres fueron condenados en octubre de 2003 por un juzgados de menores a penas de entre cuatro y ocho años de internamiento en un centro especial, y de entre tres y cinco años de libertad vigilada.

Javier A. L., <i>El Malaguita,</i> encapuchado, durante su interrogatorio de ayer en la Audiencia de Madrid.
Javier A. L., El Malaguita, encapuchado, durante su interrogatorio de ayer en la Audiencia de Madrid.EFE

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