El PNV amenaza con ir al Constitucional si no se negocia en el Congreso

Los partidos del Gobierno vasco amenazaron ayer con recurrir al Tribunal Constitucional si la Mesa del Congreso no reconsidera su decisión de someter el plan Ibarretxe a un debate de totalidad, en el que será rechazado, sin permitir una negociación previa de su contenido como pide el lehendakari. El portavoz parlamentario del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, consideró "sorprendente" que se invoque la Constitución para amparar un proyecto que no la respeta.

El lehendakari y los partidos de su Gobierno (PNV, EA e IU) están dispuestos a abrir el frente jurídico en la batalla política y mediática que libran en los días previos al debate del plan Ibarretxe en el Congreso. Tras la negativa rotunda del presidente Zapatero a entablar una negociación paralela con el lehendakari, el teatro de operaciones va a trasladarse en los próximos días al procedimiento establecido por la Mesa del Congreso para debatir la propuesta de Estatuto Político de la Comunidad de Euskadi, que será rechazada en un pleno previsto para el 1 de febrero.

El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, ha anunciado que su grupo parlamentario va pedir que la Mesa reconsidere mañana el trámite acordado y que, de no hacerlo podría recurrir en amparo al Tribunal Constitucional, por considerar que ese procedimiento "vulnera presuntamente la legalidad y la Constitución". La iniciativa ya estaba adelantada en la entrevista con Ibarretxe que publicó ayer el diario Deia. Josu Erkoreka, portavoz peneuvista en el Congreso, y la diputada de EA, Begoña Lasagabaster, darán a conocer mañana en Bilbao el contenido del escrito de reconsideración que presentarán a la Mesa del Congreso. Lo mismo va a hacer el grupo de Izquierda Unida a instancias de Ezker Batua, según ha señalado su coordinador, Javier Madrazo.

El pasado día 19, la Mesa del Congreso acordó que el debate de toma en consideración o no del plan Ibarretxe siga el procedimiento marcado por una resolución de la Presidencia de la Cámara utilizada en 1992 para modificar los Estatutos de la llamada vía lenta, en combinación con los artículos 126 y 127 del Reglamento del Congreso, referidos a las proposiciones de ley de los Parlamentos autónomos. Mediante esta fórmula, una delegación del Parlamento vasco defenderá su propuesta en el pleno, antes de dar paso a la intervención de los portavoces de los grupos del Congreso, a cuyo término se votará si se acepta o no el plan Ibarretxe para su debate y negociación posterior en comisión. El rechazo está asegurado con los votos del PSOE y PP, que suman 312 de los 350 escaños de la Cámara.

El PNV argumenta que debe utilizarse el procedimiento del artículo 151.2 de la Constitución, que reguló la elaboración de los primeros Estatutos de las autonomías históricas. Dice éste que, una vez "aprobado el proyecto de Estatuto por la Asamblea de Parlamentarios [diputados y senadores; todavía no existían los Parlamentos de las autonomías] se remitirá a la Comisión Constitucional del Congreso", que tenía dos meses para examinarlo de forma conjunta con una delegación de aquella Asamblea para intentar llegar a un acuerdo sobre el texto definitivo.

Sostiene el PNV que para la reforma del actual Estatuto debe aplicarse la misma fórmula que para su aprobación, por lo que el procedimiento fijado "viola la Constitución" en ese punto.

El portavoz del Grupo Socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, consideró "sorprendente" que se invoque la Constitución en amparo de un plan que "se la salta a la torera" en buena parte de sus contenidos. La presidenta del PP vasco, María San Gil, utilizó la palabra "sarcasmo". Para Rubalcaba es llamativo que reclame a otros comportamientos constitucionales "quien muestra escaso respeto a la Constitución". Pero añadió: "Que recurran [al Constitucional] y, de paso, que la cumplan [la Consti-tución]".