España busca solidez defensiva
El equipo de Juan Carlos Pastor se muestra resolutivo frente a un Japón trepidante
No fue un partido para sacar conclusiones. La selección de Japón no se cuenta entre el grupo de los equipos que van a decidir el Mundial. Sin embargo, es un equipo luchador que impone un ritmo trepidante a su juego. Es difícil enfrentarse a ellos, no por su calidad, sino por el peligro de caer en su planteamiento y salir malparado. Ése fue el primer rival de España en el Mundial de Túnez; el estreno, asimismo, del seleccionador, Juan Carlos Pastor. Y su equipo no sólo salió ileso, sino que mostró buenas maneras en ataque y supo encontrar en la parte final incluso solidez defensiva.
Les costó entrar en juego. En el planteamiento inicial Pastor recurrió a los suyos, a parte de hombres con los que había trabajado, buscando más su propia confianza que la del equipo. Quería sentirse dueño de la selección y lo logró. Hubo ciertos titubeos en los primeros minutos, pero la superioridad española se hizo rápidamente patente. No habían transcurrido ni 15 minutos, cuando España logró su primera ventaja importante (10-6).
ESPAÑA 41 - JAPÓN 22
España: Barrufet (Hombrados), Rocas (4), Garabayas (6), Davis (2), Romero (7, 3 de penalti), M. Ortega (3) y Rodríguez; A. Entrerríos (3), R. Entrerríos (1), Uríos (3), Garralda (3), Hernández (3) y Juanín (6, 2 de p.).
Japón: Tsubonet (Takagi), Shimokawa (2), Toyoda (2), Nagashima (1), Nakagawa (4), Haga y Yamaguchi (4); Matsubay, Nomura (1), Higashi (1), Miyazaki (2), Iwamoto, Tanaka (1), Sugiyama (1) y Taba (3).
Árbitros: Bord y Buy (Francia).
Marcador cada cinco minutos: 3-2, 8-6, 11-8, 15-11, 17-13, 21-14. 24-15, 28-18, 31-19, 32-20, 35-21 y 41-22.
2000 espectadores en el pabellón de Sfax.
Pero cuando la perdió (12-11), Pastor dio la primera muestra de su personalidad. No dudó ni un segundo. Pidió el primer tiempo muerto y cambió al equipo por completo. Entonces buscó experiencia y veteranía: se olvidó de Chema Rodríguez y dio la dirección del equipo a Raúl Entrerríos, y colocó a su hermano Alberto y a Mateo Garralda en los dos laterales. También dio entrada a Rolando Uríos en el pivote y relevó a los debutantes David Davis y Albert Rocas en los extremos para buscar la solvencia contrastada de Juanín y de Hernández.
El experimento funcionó. Se llegó al descanso con el partido resuelto (21-14) y después, Pastor pudo volver a sus esquemas iniciales con la victoria garantizada. El equipo funcionó en ataque bajo la batuta de los dos directores. El problema era la defensa: 14 goles en 30 minutos contra Japón no era para echar cohetes. Y en la segunda parte, Pastor remodeló también esta línea, dejando el centro cubierto con la altura de Garabayas e Iker Romero y buscando profundidad con la salida hacia los laterales de Mariano Ortega y de David Davis. Fue una de las combinaciones que le funcionó. Hubo algunas otras. Pero el porcentaje goleador de Japón cayó en picado en el segundo tiempo: ocho goles.
Hay, sin embargo, en el equipo español algunos valores inamovibles, como los dos porteros: David Barrufet y José Javier Hombrados. Pese a su veteranía (34 y 32 años respectivamente), ambos siguen manteniendo unas condiciones físicas impresionantes. Lo habían demostrado ya en la fase de preparación y en los entrenamientos previos en Sfax. Sólo un día antes, el segundo entrenador y ex portero Alexandru Buligan acabó por aplaudirles a los dos, cuando estuvo tirándoles pelotas de tenis a menos de dos metros de la portería y las paraban casi todas.
En los entrenamientos y en la pista se vislumbra ilusión, buen ambiente. Es evidente que los jugadores forman una piña y que están dispuestos a mantenerla hasta el final del campeonato. "Estoy contento", confesó Pastor. "Japón era un rival complicado, porque conocíamos muy poco de ellos. Y mañana nos enfrentaremos a Australia de los que tampoco tenemos referentes. Pero donde comenzará realmente nuestro Mundial será en los dos partidos siguientes, ante Suecia y frente a Croacia. Será indispensable ganarles puntos a estos equipos para poder entrar en la segunda fase con posibilidades".