Woodgate, sin fecha de retorno
El defensa madridista, que lleva nueve meses sin jugar, jamás ha disputado siete partidos seguidos
El 25 de abril de 2004, jugando contra el Chelsea, Jonathan Woodgate, central del Newcastle, sufrió una rotura en el músculo recto anterior de su muslo izquierdo. Su entrenador, Bobby Robson, dijo que se trataba de un desgarro "masivo". La herida le recorría medio muslo como una cremallera abierta bajo la piel. Woodgate no volvió a tocar el balón pero en el verano lo fichó el Real Madrid. El club que preside Florentino Pérez pagó por él un precio récord en la historia de los traspasos del Newcastle: 22 millones de euros (15 millones de libras). Hoy, cinco meses después de su llegada a España, Woodgate sigue sin tocar la pelota y sin saber cuándo volverá a jugar. Los médicos del Madrid prefieren no hacer declaraciones sobre el caso.
Cobra cerca de 100.000 euros semanales y tiene contrato hasta 2008
Woodgate nunca jugó más de siete partidos de Liga seguidos. Pero la racha que lleva en el Madrid no tiene precedentes. El 8 de octubre se volvió a lesionar el mismo músculo roto en abril. Un mes antes, tras ficharle, Florentino Pérez había dicho que estaría "listo" en "dos o tres semanas".
Con la nueva lesión, a través de la brecha abierta en el tejido muscular, los médicos del Madrid comprobaron que el tendón del músculo recto estaba dañado. Conocido como aponeurosis, este tendón es difícil de observar en las ecografías porque permanece tapado por la masa muscular. Su rotura complicaba la curación debido a que los tendones cicatrizan con mucha dificultad. Quizá se trataba de un daño producido muchos meses antes, cuando el jugador estaba en el Newcastle. Eso, como tantos detalles de las tribulaciones de Woodgate en el Madrid, no tiene una explicación fácil.
El fichaje de Woodgate tomó por sorpresa, en primer lugar, a Woodgate. Cuando el Madrid lo llamó se estaba tratando la lesión en Alemania, con Hans Müller Wohlfart, conocido como Doctor Milagro. El presidente del Newcastle, el voluble Freddy Shepherd, dijo al Evening Chronile: "En el momento del traspaso él estaba en Alemania viendo a un especialista. En Madrid lo examinaron y nos dieron el visto bueno. El Real Madrid es un club muy experimentado. Sabían lo que estaban haciendo". Tres meses antes, cuando los rumores del interés del Manchester y el Arsenal por el jugador recorrían Inglaterra, Shepherd no se había mostrado nada favorable a un traspaso como el que finalmente firmó: "Si quieren pagar 50 millones de libras, no tendré problema en venderlo (...). Jonathan se irá sobre mi cadáver".
La breve carrera de Woodgate ha sido agitada. El 18 de enero de 2000, tras debutar con gran expectativa en la selección de Inglaterra, a los 19 años, fue arrestado tras su implicación en una pelea callejera con tintes racistas. Volvió a jugar. Pero en las siguientes tres temporadas de la Liga inglesa, desde agosto de 2001 a junio de 2004, fue titular en 57 partidos. En los 56 partidos restantes quedó relegado al banquillo (los 14 encuentros del comienzo de la temporada 2001-2002, en pleno proceso judicial), o fue baja por diversos problemas físicos. Sufrió lesiones musculares, de rodilla y una doble operación de hernia en 2003. En su última temporada en Inglaterra, Woodgate estuvo de baja por lesión en 20 partidos de Liga y jugó 18. Tiró cuatro veces a puerta y no hizo ningún gol. De su importancia para el equipo es indicio un dato: de los 18 encuentros que jugó, el Newcastle sólo perdió dos. "No me quejo", aseguró el entrenador del Newcastle, Bobby Robson, al conocer la noticia del traspaso al Madrid; "el club ha llegado a un gran acuerdo. El Real ha comprado a un jugador lesionado. ¿Quién puede comprar un jugador lesionado por 15 millones de libras?".
El 19 de mayo, Robson había dicho que Woodgate no podía "ni caminar". Los médicos del Madrid advirtieron de que el jugador sufría una lesión que entrañaba "riesgos". Habían hecho lo mismo con Milito, un año antes, y su informe sirvió para que Florentino Pérez desestimara la contratación. Con Woodgate eso no ocurrió y el presidente lo presentó emocionado. "No tengo ninguna duda de que Woodgate es y será uno de los mejores centrales del mundo", dijo. El jugador fue fichado porque figuraba en una lista elaborada por el ex entrenador madridista, José Antonio Camacho. Éste decla0ró luego: "Woddgate es uno de los mejores centrales de Europa". No se conoce su posición en dicha lista pero lo representaba SFX, una empresa acostumbrada a tratar con el Madrid puesto que también representaron a Owen y Beckham.
Hoy Woodgate se entrena en el gimnasio de la Ciudad del Fútbol, en Las Rozas. Levanta pesas, se estira, a veces corre, pero no toca el balón y no sabe cuándo estará recuperado. Pensar en el pasado le resulta desagradable. Pensar en el futuro le angustia. Sólo quiere vivir al día y concentrarse en la monótona rutina del fortalecimiento de su músculo. "Mi carrera ha sido de altos y bajos", dice, con un desencanto melancólico. Si puede volver a jugar antes de que termine la temporada se sentirá muy afortunado.
En Newcastle le llamaban Village, o Villorio, por su origen provinciano. Pero fuera del campo, ninguno de sus compatriotas se ha adaptado mejor a la vida en España. Woodgate, de 25 años, habla en perfecto español y maneja con soltura localismos del tipo "calimotcho", "tronco", o "puta madre". Le gusta viajar por la Península y sus archipiélagos, y no es reacio a sumergirse en la vida social madrileña ni en las tiendas del barrio de Salamanca. Está comprometido con la ganadora del Gran Hermano inglés, Kate Lawler, cobra cerca de 100.000 euros a la semana y tiene contrato en el Madrid hasta junio de 2008.
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