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Incunables y legajos desde el siglo XIII ilustran el nacimiento de la Universidad de Sevilla

La muestra incluye una Biblia de Gutemberg, considerada el primer libro impreso

Margot Molina

En 1254 el rey Alfonso X concedió a Sevilla un privilegio rodado para crear un estudio general de latín y árabe por ser "de las más ondeadas e de las meiores ciudades de Espanna", como puede leerse en el documento que desde ayer se exhibe en Universidad de Sevilla. V centenario. 1505-2005. Éste legajo, que no surtió su efecto, es una de las cien piezas que se muestran en la sala Villasís de la Fundación El Monte. La exposición continúa en la capilla de la Puerta de Jerez, primera sede de la universidad. "Un cumpleaños sólo con el que cumple los años no una fiesta, queremos que todos los ciudadanos se unan a la celebración del V centenario", comentó Miguel Florencio, rector de la Universidad de Sevilla.

"La universidad tiene que estar con los pies firmes en el presente, algo que se consigue teniendo en consideración su propia historia; no debe estar conforme con lo que ha conseguido y siempre debe exigirse más", afirmó ayer Miguel Florencio, rector de la Universidad Hispalense, en la inauguración de la muestra con la que se inicia el V centenario de la institución y que está patrocinada por la Fundación El Monte que preside Ángel López. Un retrato de Maese Rodrigo Fernández de Santaella firmado por Zurbarán sirvió de telón de fondo para que el rector diera el pistoletazo de salida a los actos previstos para todo el año.

"Desgraciadamente, la bula de Alfonso X no tuvo dotación económica, de lo contrario Sevilla contaría con una de las universidades más antiguas de Europa. Hubo que esperar hasta 1505 cuando Fernández de Santaella obtuvo dos bulas del papa Julio II que pueden verse en la capilla de Santa María de Jesús", explicó ayer Juan Antonio Carrillo Salcedo, comisario de los actos del V centenario.

Además de pinturas de Zurbarán, Pacheco, Juan del Castillo y Herrera El Viejo, y las esculturas de Martínez Montañés, la muestra que alberga la sala Villasís reúne incunables en la sesión Tesoros de la biblioteca universitaria de Sevilla como la Biblia de las 42 líneas, de 1454 y considerada el primer libro impreso por Gutemberg o el único ejemplar en el mundo que se conserva del Brevarium Carmelitanum (1481). "Se exponen obras como el tratado Imago mundi, de Piere d' Ailly (1477), un libro fundamental puesto que es el ejemplar que usó Cristóbal Colón para estudiar astronomía, geografía y cosmología y contiene 898 notas manuscritas del almirante y su hijo Hernando", explicó ayer Teodoro Falcón, comisario de la muestra que permanecerá abierta hasta el 18 de marzo. La otra sede de la exposición es capilla de Santa María de Jesús, en la Puerta de la Carne, lo único que queda en pie de la primera sede de la Universidad de Sevilla.

"La exposición sitúa el nacimiento de la universidad en su tiempo y muestra los libros que consultaban los primeros colegiales entre ellos obras de Aristóteles, Boecio, Euclides y Nebrija", añade Falcón.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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