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Crónica:FÚTBOL | Eliminatorias de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey
Crónica
Texto informativo con interpretación

Llorente se da un gustazo

El delantero del Athletic lidera, con un triplete, la goleada ante el Lanzarote

Teóricamente, había ganas de Copa en San Mamés. Con el nuevo sistema de eliminatorias a partido único, la Copa del Rey se había ausentado de San Mamés antes de tiempo. Cuando llegó, ayer ante el Lanzarote, el público decidió dejarlo para otro día. Quizás la lluvia y el viento, quizá el rival, o la convicción de superar una eliminatoria desigual. Ni la derrota del partido de ida inquietó a la parroquia de la Catedral, ni el Lanzarote -tan sobrado en su campo-, dió la más leve pista de querer o poder con la eliminatoria. San Mamés en estos casos resulta demasiado grande y, lloviendo, demasiado espeso para los equipos que se saben inferiores. Así que los goles cayeron como una apacible tormenta

ATHLETIC 6 - LANZAROTE 0

Ahletic: Lafuente; Iraola, Luis Prieto (Lacruz, m. 59), Murillo, Casas; Orbaiz, Gurpegui; Etxeberria (Javi González, m. 65), Yeste (Tiko, m. 68), Ezquerro; y Llorente.

Lanzarote: Marino; Jorge, Molina, Raúl, Iraola; Miguel Ángel, Cotofre (Pala, m. 61), Gustavo, Calvillo (Rubén Rodríguez, m. 69); Lanza (Gago, m. 53) y Alejandro.

Goles: 1-0. M. 23. Llorente aprovecha la indecisión del portero para cabecear un centro de Iraola. 2-0. M. 38. Etxeberria remata desde dentro del área. 3-0. M. 57. Llorente cabecea un centro de Iraola. 4-0. M. 64. Centro de Etxeberria que cabecea Llorente. 5-0. M. 75. Cabezazo de Ezquerro.- 6-0. M. 78. Orbaiz.

Árbitro: Moreno Delgado. Amonestó a Murillo.

Unos 28.000 espectadores en San mamé

En tales condiciones, Fernando Llorente, la nueva esperanza rojiblanca, encontró el medio ambiente necesario para ser lo que parece ser: un delantero solvente en lo deportivo, imponente físicamente y con capacidad de remate y acierto. Él abrió el marcador, a la vieja usanza (cabeceando hacia atrás) con la colaboración de un portero un tanto descuidado que en la duda halló la penitencia, enredó en el segundo que marcó Etxeberria, y cabeceó los dos posteriores mientras los defensores del Lanzarote se apartaban como si temieran lo que se les venía encima.

San Mamés se llevó eso en la retina: un hat trick memorable del muchacho en quien más confía y del que más desea. Claro que ayer enfrente estaba un rival que aguantó el chaparrón (meteorológico y deportivo) hasta el primer gol y al que sólo se le permitió soñar un instante cuando Lafuente repelió el disparo de Alejandro con 2-0 en el marcador. Luego llovieron goles, en la noche más feliz de Llorente, de la poca afición que se sobrepuso a la comodidad, de Iraola que casi todo lo que centró se convirtió en gol, de Ezquerro que volvió a marcar. De todos menos del Lanzarote, que sabiendo que lo más lógico era perder nunca pensó que fuera de esa manera. Si premio y con tanto castigo. Su sueño se convirtió en una larga pesadilla.

Etxeberria abraza a Llorente tras marcar uno de sus tres goles.
Etxeberria abraza a Llorente tras marcar uno de sus tres goles.

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