El italiano asesinado en Marbella había sido extraditado en 2002
La policía mantiene la hipótesis de un ajuste de cuentas entre bandas de narcotraficantes
Vicenzo M., el hombre que en la tarde del martes recibió un tiro en la nuca en Marbella, murió pocas horas después debido a la gravedad de la herida. El fallecido, de nacionalidad italiana, había sido extraditado a su país en 2002 por tráfico de drogas, aunque posteriormente había vuelto a Marbella, donde tenía su residencia habitual. La policía mantiene como hipótesis más razonable que se tratara de un ajuste de cuentas entre bandas de narcotraficantes.
La víctima, nacida en Pantelleria, una isla al sur de Sicilia, hace 62 años, era un presunto traficante de hachís conocido por la policía malagueña. Según un portavoz de la Embajada italiana, estaba inscrito en el registro consular y residía en Marbella con su esposa, de origen marroquí. En 2002, el Estado español concedió su extradición a Italia, donde era reclamado por delitos relacionados con el tráfico de drogas, aunque dicho portavoz no pudo precisar qué ocurrió en ese proceso, ni cuándo regresó a la Costa del Sol. La Subdelegación del Gobierno negó que existiera otra petición de extradición pendiente.
Vicenzo M. se encontraba hacia las 20.00 del martes en el exterior de la urbanización Playa Esmeralda, en un aparcamiento que separa estos bloques de viviendas del hotel Coral Beach, en plena Milla de Oro. El hecho de que estuviera en esa zona, donde al parecer no residía, hace pensar a los investigadores que acudió a una cita, según dijo el subdelegado del Gobierno, Hilario López Luna. Sobre las 20.10, un hombre con un casco de motorista le disparó un tiro en la nuca y se dio a la fuga en una motocicleta, según relataron los testigos a la policía, que analiza el contenido de las cámaras de seguridad de la urbanización, donde pudo quedar grabada la agresión.
Al producirse el disparo, el vigilante de Playa Esmeralda y varios vecinos se asomaron, aunque sólo alcanzaron a ver al hombre herido en el suelo. Vicenzo M. fue trasladado al hospital Costa del Sol, donde falleció finalmente hacia las 23.00, después de estar clínicamente muerto durante varias horas.
El asesinato de Vicenzo M. se produjo el mismo día en que el director general de la Policía, Víctor García Hidalgo, anunciaba la creación de un grupo especial para combatir el crimen organizado en la Costa del Sol y de una unidad territorial de inteligencia, así como el refuerzo de los efectivos policiales. El subdelegado del Gobierno en Málaga pidió "que no se emplee este tipo de hecho como arma arrojadiza política", y que se dé un voto de "confianza" a las nuevas medidas. Según López Luna, el asesinato del martes "justifica estas medidas, aunque ya se habían decidido antes", y aseguró que, aunque "no se verá mañana, serán efectivas".
Sin embargo, vecinos, empresarios y políticos han reclamado ya actuaciones contundentes. Con motivo del tiroteo que en diciembre causó la muerte en Puerto Banús de un niño y de un peluquero, varias asociaciones vecinales y empresariales habían convocado para hoy una manifestación, con el lema San Pedro y Marbella abandonados en su seguridad. La alcaldesa, Marisol Yagüe, que ha asumido las competencias sobre la policía local, calificó esta protesta de desatino, al no dar un margen de confianza a las medidas adoptadas por el Gobierno, entre ellas el nombramiento de un fiscal antimafia en Málaga.
La portavoz popular en el consistorio marbellí, Ángeles Muñoz, también exigió al Gobierno que refuerce la seguridad ante "una escalada en cuanto a la violencia y tiroteos que además se están saldando con muertos".
Cuarta muerte en 90 días
La muerte de Vicenzo M. es la cuarta relacionada con el crimen organizado que se produce en la Costa del Sol en los últimos tres meses. El 18 de octubre, un hombre, al parecer procedente del Este de Europa, murió tras recibir al menos cinco balazos en la terraza de una cafetería de San Pedro de Alcántara (Marbella). Al parecer, el individuo mantuvo una discusión con varios hombres, uno de los cuales le disparó.
El pasado 4 de diciembre, un niño sevillano de 7 años y un peluquero italiano de 36 años murieron acribillados en la galería comercial del hotel H10 Andalucía, en una acción extremadamente violenta y que causó gran alarma social. El niño, que se encontraba de vacaciones con su familia, y el peluquero, que tenía su local en el hotel, recibieron 16 disparos cada uno. Las investigaciones policiales apuntan a que los autores, tres hombres encapuchados y armados con fusiles de asalto kaláshnikov, buscaban a un ciudadano francés de origen argelino que se encontraba en la peluquería y que logró escapar, aunque éste aseguró después que no tenía que ver con la agresión.
El aumento de las actividades delictivas relacionadas con el crimen organizado en el litoral mediterráneo llevaron al fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, a nombrar el pasado 14 de diciembre a los tres primeros fiscales antimafia, en Málaga, Alicante y Baleares. El nombramiento en Málaga recayó en Juan Carlos López Caballero, que ayer aseguró estar a la espera de instrucciones desde la Fiscalía Anticorrupción, en Madrid.
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