Bruselas plantea dar más tiempo a países infractores del Pacto de Estabilidad

La reforma del Pacto de Estabilidad podría pasar por un alargamiento de los plazos fijados para que un país infractor reconduzca la situación de sus finanzas públicas. Los ministros europeos de Economía y Finanzas, reunidos hoy y mañana en Bruselas, analizarán esta posibilidad sobre la cual hay profundas divisiones. A pesar de que todas las opciones de flexibilizar el Pacto están abiertas, la Comisión Europea se muestra optimista y cree que puede haber un acuerdo final en marzo sobre esta reforma. Mientras tanto, propone seguir con la vía de las sanciones por déficit excesivo para Grecia y Hungría.

Cuando el Consejo (los países de la UE) declara que un país registra déficit excesivo (por encima del 3% del PIB), éste debe tomar medidas efectivas en el plazo de cuatro meses. La Comisión Europea propone alargar dicho plazo hasta los seis meses. De la misma manera, podría aplicar un criterio aún más generoso para ciertos países (los nuevos o los que sufren una dura recesión económica, por ejemplo) a la hora de corregir la desviación de las cuentas públicas. El plazo actual de un año para hacerlo podría empezar a contabilizarse simplemente un año después de ser amonestado por tal déficit excesivo.

Flexibilidad

Ésta es una las diversas opciones que los ministros europeos de Economía y Finanzas barajan para flexibilizar la aplicación del Pacto de Estabilidad respetando sus dos reglas de oro: mantener el déficit público por debajo del 3% del PIB y que la deuda pública sea inferior al 60% del PIB. Otra opción a estudiar es redefinir cuáles son las condiciones excepcionales que permitirían a un país eludir las sanciones.

Los grandes países con problemas de déficit excesivo, como Francia, Alemania e Italia, quieren que no se contabilice en el déficit el gasto en investigación, la aportación neta a la UE e incluso los gastos militares. Tanto Joaquín Almunia, comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, como Jean-Claude Juncker, presidente estable del Eurogrupo, son contrarios a tal opción. Almunia admite, no obstante, la posibilidad de tener en cuenta los tipos de gastos que producen un determinado déficit a la hora de iniciar las sanciones y destaca el aspecto preventivo de su reforma, aplicando el Pacto de forma más estricta en los buenos momentos del ciclo económico y más flexible en los malos.

La Comisión va a proponer también dar un paso más hacia la vía de las sanciones contra Grecia y Hungría. El primero ha sufrido un déficit público del 5,3% en 2004 y la Comisión duda de que las medidas comunicadas por Atenas logren reducir dicho déficit al 2,8% para este año. Bruselas cree que Hungría superará tanto el déficit previsto para el año pasado (4,6%) como para éste (4,1%).