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Reportaje:FÚTBOL | 19ª y última jornada de la primera vuelta de la Liga

La guerra de Figo

La llegada del danés Gravesen amenaza al jugador portugués con el banquillo

Diego Torres

A sus 31 años, Luis Figo ya sabe que pende sobre él la amarga amenaza de pasar a la historia. Por primera vez desde que era un juvenil, Figo se enfrenta al banquillo. Lo supo con certeza en el segundo tiempo del encuentro de ayer, mientras el Bernabéu le ovacionaba. Luxemburgo le mandó a la ducha y no sólo eso. El entrenador le cambió en un momento decisivo en su etapa como jugador del Madrid. Le quitó para dar entrada al nuevo fichaje, Thomas Gravesen, y el cambio tuvo la carga de los mensajes fatídicos. Figo se fue al vestuario consciente de que desde el palco más de un directivo le había bajado el pulgar. Esos mismos directivos que le promocionaron como un artículo de lujo, una estrella universal, ahora se refieren a él como a "Vinagre". Ya nadie repara fácilmente en su condición de piedra fundamental de un proyecto. El cambio de opinión coincide con variables financieras. La cercanía del mes de junio: entonces sólo faltará un año para que venza su contrato. Será el mejor momento para venderle, si es que el Madrid quiere sacar dinero por él.

Luxemburgo le cambió en un momento decisivo en su etapa como jugador del Real Madrid
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Cuando le preguntaron por el cambio de Figo por Gravesen, el entrenador del Madrid, que conoce el terreno que pisa, advirtió sobre la necesidad de un cambio de mentalidad. "Los jugadores", dijo Luxemburgo; "no se tienen que enfadar cuando son sustituidos. Deben comprender que los cambios son parte del fútbol y en todos los partidos tienen que haber cambios. Yo no quiero que mis jugadores se molesten cada vez que son sustituidos porque esto es algo normal".

Luxemburgo no mencionó a Figo pero el portugués estaba implícito en su discurso. El entrenador sabe que le esperan días difíciles y que deberá tomar decisiones polémicas. Se puede decir que desde ayer Luxemburgo ha entrado de verdad en el banquillo del Madrid. Desde ayer, el técnico ya sabe lo que es vivir entre aguas: los jugadores amenazantes, los directivos insinuantes y su propio criterio, que es, posiblemente, el que menos cuente.

En el caso de Figo las decisiones de Luxemburgo tienen olor a política de club. De pronto, Beckham ha vuelto a ocupar la banda derecha por primera vez desde que dejó el Manchester en 2003. Ocurre justamente ahora, que las relaciones entre el Madrid y Figo pasan por un distanciamiento. Justo ahora que Figo se siente peor tratado que Zidane, o que Roberto Carlos, que renovaron hace tiempo. Justo cuando el extremo siente que ya no le quieren y que, puesto que no renuevan su contrato, parece que se disponen a aprovechar la última ocasión para sacarle unos euros.

A Figo, que es guerrero, le espera una época de placer morboso: una guerra psicológica. Sabe que deberá esforzarse para crear un conflicto de conciencia en Luxemburgo. Si lo consigue, si juega muy bien, entonces el entrenador se verá obligado a pensárselo dos veces antes de hacer caso a insinuaciones externas y mandarle al banquillo. Porque al parecer, ahora Beckham tiene prioridad. Aunque la actual campaña haya sido pobre para el inglés. Ahora la política ha dado un giro.

Luxemburgo, entre tanto, dio explicaciones técnicas que oscurecen más el futuro del portugués en Madrid. "Quería que Gravesen jugara como único medio centro con dos mediocampistas por delante, dos interiores, no dos extremos", comentó el brasileño, tras el encuentro de ayer. "Pero Beckham no lo entendió y se pegó a la banda. Luego se lo dije y lo comprendió. Quiero que Gravesen juegue en el medio, Beckham a la derecha un poco cerrado hacia el interior, otro volante por la izquierda, y Zidane libre".

Es posible que la retirada de Figo sea sólo parte del plan táctico del partido de ayer. Es posible, pero es poco probable, a tenor de los intereses que priman. Y los intereses que se han impuesto en el Madrid, de un tiempo a esta parte, han sido los económicos. Luchar contra esa realidad es casi temerario. Y a Figo, que tiene corazón de duelista, le van los desafíos. En contra tendrá a Sacchi, a la directiva, y probablemente al técnico.

Además de hablar del centro del campo, Luxemburgo, criticó el juego de su equipo: "Me ha gustado el partido que hemos hecho porque hemos jugado con orden y con paciencia. El equipo ha sabido mover la pelota y esperar la ocasión. Hemos cambiado bien de frente, de una banda a la otra, y los jugadores siempre han estado bien colocados. Pero claro que eso no puede quedarse así. Tenemos que mejorar porque con esto no basta. Si seguimos jugando así no ganaremos la Liga".

El danés Gravesen salta al césped, en su debut, en sustitución de Figo, que sale del campo.
El danés Gravesen salta al césped, en su debut, en sustitución de Figo, que sale del campo.ASSOCIATED PRESS

Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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