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EL DEBATE SOBRE LA REFORMA DEL ESTATUTO VASCO

Zapatero asegura a Ibarretxe que mientras él sea presidente "nunca" se aprobará el plan

El "lehendakari' advierte: "La voluntad de los vascos no será sustituida por la del PP y el PSOE"

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, transmitió ayer un mensaje de firmeza al lehendakari: "Mientras yo sea presidente, nunca se aprobará ni se aplicará el plan Ibarretxe". Juan José Ibarretxe contestó con otro similar: "Mientras yo sea lehendakari, la voluntad de los vascos y las vascas no será sustituida por la voluntad del PP y el PSOE". Zapatero se negó a negociar el proyecto de Estatuto aprobado por el Parlamento vasco. "Está fuera de la Constitución. Que el lehendakari no se empecine en el error", alegó. Ibarretxe adelantó que Zapatero le comunicó que "no habrá negociación. Yo pido", agregó, "que recapacite. Si no hay negociación, consultaré a los vascos y a las vascas". Ibarretxe señaló que esa consulta no tendrá validez jurídica, pero sí política.

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Las casi cuatro horas que permanecieron reunidos en La Moncloa el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el lehendakari, Juan José Ibarretxe, no sirvieron para que las posiciones variaran un ápice. El lehendakari reiteró ante el jefe del Ejecutivo central sus mensajes ya conocidos y solemnizó su intención de someter a consulta popular en Euskadi el proyecto de nuevo Estatuto aprobado en la Cámara vasca si es rechazado por el Congreso de los Diputados. Se declaró "consciente de que no tendrá validez jurídica" pero resaltó que sí tendría enorme valor político.

Fuentes de La Moncloa destacaron la importancia de que Ibarretxe reconociera públicamente en su comparecencia ante los medios informativos que dicha consulta carecería de fuerza jurídica y apostillaron que, en esas circunstancias, "la montaña habrá parido un ratón".

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que ejerció de portavoz del presidente del Gobierno tras la reunión, le respondió poco después: "Si se obceca en la vía del error, tendrá en frente el efecto de la fuerza del Gobierno y de la leyes democráticas". Fernández de la Vega aseguró que el Ejecutivo central prohibirá un referéndum "que el propio Ibarretxe reconoce que sería ilegal por carecer de validez jurídica". "La posición del Gobierno está muy clara", insistió, con contundencia: "Mientras José Luis Rodríguez Zapatero sea presidente del Gobierno nunca se aprobará el plan Ibarretxe, ni se aplicará".

El recibimiento de Zapatero a Ibarretxe fue muy distinto al que le dispensó en su anterior entrevista en La Moncloa, el 26 de julio de 2004. El presidente esperó a Ibarretxe con gesto grave y permaneció en la parte superior de las escalinatas entre las dos banderas, la española y la ikurriña, que flanqueaban la entrada. Ibarretxe adaptó también su gesto, inicialmente más sonriente, a la seriedad del presidente. No obstante, "el clima institucional de la reunión fue correcto", según señaló Fernández de la Vega a los periodistas al finalizar la entrevista. También indicó que "el presidente del Gobierno ha atendido con interés y atención la propuesta del lehendakari y le ha transmitido, a su vez, sus argumentos".

"Mientras yo sea lehendakari la voluntad de los vascos nunca será sustituida por la voluntad del PP y el Partido Socialista", dijo, contundente, Ibarretxe, como preámbulo a su determinación de convocar un referéndum si el proyecto de nuevo Estatuto es rechazado en el Congreso. En la reunión con Zapatero y en la comparecencia ante los medios informativos, el lehendakari insistió en que ya no se trata del plan Ibarretxe sino de una propuesta aprobada por la Cámara autonómica del País Vasco. "Tenemos un proyecto aprobado por la inmensa mayoría en el Parlamento y de la sociedad vasca. Si la petición de negociación no es atendida por Madrid y se rechaza la decisión mayoritaria de los vascos, entonces daré la palabra al pueblo".

El jefe del Ejecutivo vasco se declaró consciente de la falta de validez jurídica que tendría esa consulta. Pero enfatizó: "¿Cómo se va a cuestionar el derecho de un lehendakari a consultar a la sociedad vasca?". Ibarretxe eludió aclarar por qué procedimiento piensa efectuar esa consulta ni en qué plazo. Tampoco respondió a la pregunta de si transmitió su intención de convocarlo a Zapatero si bien recordó que sus compromisos sobre esa cuestión "son públicos, están establecidos en el Parlamento vasco y de ellos es conocedor el presidente del Gobierno". "Mi compromiso", insistió, "es darle la palabra al pueblo".

Ibarretxe invocó en dos ocasiones la previsión del proyecto catalán de reforma del Estatuto de realizar también una consulta popular en caso de fracasar la negociación con la Administración central. El PSC replicó poco después que la previsión del pacto del Gobierno tripartito se refiere a un adelanto de las elecciones no a un referéndum "ilegal".

El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió al lehendakari Ibarretxe que retire su plan soberanista. Argumentó que "las cosas no se han hecho bien ni en el fondo ni en la forma". Y le recordó que "la primera obligación de un gobernante es unir a los ciudadanos y buscar acuerdos", mientras que "la propuesta de Ibarretxe divide a los ciudadanos vascos, provoca rechazo en el resto de España y vulnera la Constitución española y la europea".

Zapatero también requirió a Ibarretxe a que "no se empecine en el error". Le dijo que el único camino es "volver a empezar desde el principio, recuperar el consenso en el País Vasco y entrar por el cauce de la ley", según manifestó la vicepresidenta primera tras la reunión.

María Teresa Fernández de la Vega también insistió, en respuesta a la pretensión de Ibarretxe de convocar el referéndum, en que si el lehendakari "se obceca" se encontrará con "el efecto de la fuerza del Gobierno y de las leyes democráticas".

La portavoz del Gobierno insitió, en referencia al propósito de Ibarretxe de convocar una consulta popular sin valor jurídico, y sólo político, que "sólo caben los referédum que están previstos en la ley, y éste no lo está, porque no está siguiendo los cauces establecidos en las reglas del juego".

El presidente del Gobierno insistió, a lo largo de su entrevista con el lehendakari, en la necesidad de respetar las reglas democráticas. "En democracia, las reglas están establecidas y hay procedimientos para cambiar esas reglas. Nadie puede saltárselas. Fuera de la Constitución no cabe nada. Cualquier reforma requiere respetar los cauces constitucionales", manifestó la vicepresidenta primera.

Zapatero no especificó a Ibarretxe de qué modo concreto respondería el Gobierno al reto del referéndum. La vicepresidenta primera, al finalizar la reunión, se limitó a decir: "No vamos a hacer planteamientos virtuales de cuestiones que espero que no se produzcan nunca. Espero que no sean necesarios. El presidente le ha insistido mucho a Ibarretxe en que vuelva al cauce de la Constitución".

Ante la insistencia sobre esta cuestión, la vicepresidenta primera admitió que el Gobierno "tiene previsto lo que tiene que hacer" en el caso de que el lehendakari lleve adelante el referéndum, pero también aclaró: "No lo vamos a contar ni tampoco lo vamos a alentar".

Zapatero también rebatió a Ibarretxe sus referencias al diferente trato que el Gobierno central está dando al proceso de reforma del Estatuto catalán y al vasco. Zapatero le transmitió a Ibarretxe que "la propuesta catalana de reforma del Estatuto se está haciendo con diálogo, con consenso y dentro del respeto a la Constitución, a diferencia de la vasca".

Ibarretxe puso interés en dejar establecido "ante la sociedad española", que acudió al encuentro "no a dar portazos, sino a abrir puertas", y llamó a contemplar su plan no como un problema sino como una gran oportunidad", que calificó sucesivamente de "maravillosa", "histórica" y "magnífica", para cerrar un contencioso que "dura, con más o menos altibajos, desde 1839". El lehendakari hizo palanca en la aprobación de su propuesta en la Cámara vasca, para señalar que ésta "ya no es mía ni del Gobierno, sino la expresión de la voluntad de la sociedad vasca. Es preciso admitir que esta voluntad tiene que ser tenida en cuenta".

Ibarretxe adelantó la negativa recibida de Zapatero a su petición de abrir entre ambos una negociación paralela a la tramitación en el Congreso. "Me ha dicho que no va a haber negociación, y yo le he pedido que recapacite en torno a ese no", y sería un no "al parlamento y a la sociedad vasca", concluyó.

Zapatero insistió a Ibarretxe en que su plan lleva a el País Vasco a "un callejón sin salida", y le requirió reiteradamente que "lo razonable es volver al cauce de la Constitución".

No obstante, la vicepresidenta primera del Gobierno, en su encuentro con los periodistas, mantuvo la esperanza de que pese al fracaso de la reunión de ayer "no se llegue a un enfrentamiento". Insistió en que Zapatero pidió al final del encuentro a Ibarretxe que recapacitara, porque la posición del Gobierno es muy clara". Desde el Gobierno central se estima que Ibarretxe se ha colocado en una posición muy difícil, y que su insistencia en negociar su plan "ilegal" responde a que está ante un callejón sin salida.

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