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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Carta de un niño rumano a los Reyes

Mi nombre es Florín, tengo 9 años. Soy rumano y además gitano. Desde que llegamos a España hace dos años, he estado viviendo en una tienda de campaña acompañando a mis padres a buscar trabajo a lo largo y ancho de España hasta que hace un año llegamos a Córdoba.

Desde este tiempo, me he sentido muy bien en esta ciudad, he aprendido a hablar muy bien el español. Lo único raro cuando estoy con ellos es que no entienden porque vivo en una tienda de campaña. Cuando me dicen esto, pregunto a mis padres la razón por la que a ellos y a todas las personas que estamos viviendo en tiendas de campaña no nos ayudan a alojarnos.

Estas navidades estaban siendo muy tristes para mí, ya que en lugar de salir a cantar villancicos y contar cuentos con mis amigos, lo hemos pasado yendo de un lado para otro de la ciudad, sin saber muy bien qué es lo que pasaba con nosotros. Os cuento toda la historia.

El día 29 fue un día muy bonito, estaba con mis padres en nuestra tienda de campaña, y pensé que Papa Nöel (los niños rumanos pedimos nuestros regalos a San Nicolás el 5 de diciembre y a Papa Nöel el 24) me había escuchado y me traía como regalo de Navidad (aunque un poco tarde) la posibilidad de irme a vivir a un sitio donde pusiese tener agua, luz y muchas otras cosas, como mis amigos de Córdoba. Me sorprendió que en vez de ver a Papa Nöel fuesen unas personas que decían que venían del Ayuntamiento las que nos traían el regalo, pero bueno como era lo que había pedido yo estaba casi tan contento como mis padres y no lo pensé mucho.

Allí nos fuimos toda la familia y otras 60 o 70 personas que vivíamos en el campamento, celebramos la Nochevieja, cantamos villancicos rumanos e incluso salimos a dar un paseo el día de año nuevo. Estábamos todos muy contentos.

Todo iba como en la carta que le mandé a Papa Nöel hasta el lunes, en el que otra persona del Ayuntamiento nos dijo que el martes nos teníamos que ir fuera de donde nos habían traído. Yo me sentí confundido. Lo único que podía pensar es que ya no me podía fiar de Papa Nöel, así que como llevo aquí mucho tiempo, he pensado que quizá sea que ahora que vivo en Córdoba debo hacerlo directamente con vosotros, los Reyes Magos, olvidándome de San Nicolas o de Papa Nöel que eran a quienes escribía en mi país, ya que parece que aquí no trabajan.

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Majestades: lo que os pido es tener un sitio donde vivir como mis amigos, un sitio fijo ya que estoy un poco cansado de ir de un sitio para otro. Así por lo menos, mis amigos podrán venir a verme a casa para jugar juntos, y podré ir al colegio, ya que de mayor quiero ser el primer cordobés-rumano-gitano arquitecto para poder hacer casas para que no haya más personas que vivan en tiendas de campaña. Pero para eso (según me han dicho) debo estudiar mucho e ir todos los días al colegio.

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