El choque de un camión contra un puente colapsa el norte de Madrid

El norte de Madrid vivió ayer uno de sus mayores atascos de circulación, que provocó colas kilométricas que llegaron hasta los municipios de San Agustín de Guadalix, por la carretera de Burgos, y de Tres Cantos, por la de Colmenar. Es decir, más de 40 kilómetros de vehículos parados en las vías de acceso a la capital, a los que se añadieron los coches que quedaron colapsados en la M-40 por el norte, unos veinte kilómetros más.

La causa fue el accidente que provocó, en torno a las seis de la mañana, un camión que circulaba por la M-30 con exceso de altura y que chocó contra un puente en la avenida de San Luis. No sólo causó daños en los pilares del paso elevado, sino que el vehículo quedó incrustado en la base del puente, por lo que se cortó la circulación ya desde primera hora. "La complicación habitual de la hora punta [entre las 7.30 y las 9.30] se disparó", explicó ayer una portavoz del Servicio de Pantallas del Ayuntamiento.

A las ocho de la mañana se cortó la M-30 en sentido sur y, para tratar de atajar la situación, se desvió el tráfico que llegaba por la A-1 hacia la M-11 (la antigua A-10), una vía que enlaza la M-30 con la M-40.

A esa hora se produjo la mayor congestión de vehículos, pues poco a poco el atasco se fue extendiendo por las alternativas que se habían abierto. Además, a medida que pasaba el tiempo, se sumaba también el tráfico del interior de la capital. En torno a las siete y media, ya había atascos en la avenida de la Ilustración, en los ejes de paseo de la Castellana-Recoletos desde Cibeles, en la avenida del Cardenal Herrera Oria en sentido Manoteras y, en general, en las principales rutas transversales de Madrid. Así, el tráfico se iba congestionando por las calles del Príncipe de Vergara, Arturo Soria, avenida de San Luis y plaza de Castilla.

"A las nueve, la saturación era del 95% en la avenida de la Ilustración y en la del Cardenal Herrera Oria", afirmó la misma portavoz. "En esos dos puntos, la saturación era superior al 30% sobre la media histórica de las dos vías", que tienen poco más de tres décadas. A esa misma hora, el centro de la capital apenas tenía tráfico, pues la mayoría de los vehículos se encontraban fuera de la ciudad. "El tráfico había disminuido en el centro de forma espectacular", dijo un portavoz municipal.A las nueve menos cuarto de la mañana, Belén B., una vecina de San Chinarro, trataba de salir del barrio en su vehículo por una de las rotondas que pasan por encima de la M-11. "No podía salir. Las dos rotondas que puedo tomar estaban atascadas, porque los coches que venían de la M-40 estaban parados y también los de la carretera del aeropuerto", explicó ayer. El trayecto que habitualmente le lleva cinco minutos en coche, desde su barrio hasta la parada de metro de San Lorenzo, de la línea cuatro, le supuso ayer más de media hora.

Pero, pasada la hora punta, la situación no mejoraba para el resto de los conductores perjudicados, cuya intención era entrar o salir de la capital. A las nueve de la mañana el tráfico en el interior de la ciudad era un 17% menor al de una jornada cualquiera. A las diez de la mañana, la Dirección General de Tráfico reportó que la situación se mantenía complicada, con retenciones "kilométricas" -aunque sin especificar la longitud- en la M-40, la A-1 y la M-607. A esa hora, faltaban todavía en el interior de la ciudad el 11% de los vehículos que habitualmente circulan por ella, pues muchos continuaban retenidos.

Durante la mañana, la circulación fue muy lenta en el paseo de la Castellana, desde la plaza de Castilla, en dirección al nudo de Manoteras. A las once de la mañana habían mejorado ya las avenidas de la Ilustración y Cardenal Herrera Oria, y, poco después, se abrió un desvío para los coches que circulaban por las carreteras de Burgos y de Colmenar hacia la M-40, lo que permitió mejorar los accesos al nudo Norte y de Manoteras.

Hasta la una de la tarde había permanecido cerrada la avenida de San Luis. A esa hora, se abrió el tráfico en la parte de arriba del puente, en sentido Arturo Soria, y también un carril de la avenida de Burgos, aunque quedó restringido el paso de los vehículos pesados por esa zona.

A las dos y media se abrían dos de los tres carriles de la vía de circunvalación M-30 en sentido sur, desde el punto en que pasa por debajo del puente de San Luis, lo que permitió que la circulación entrara dentro de los cauces habituales ya para el resto de la tarde.