Toreo creativo

Humberto Flores volvió a triunfar con su aterciopelado toreo lleno de creatividad e imaginación. Quitó por limpias fregolinas al cinqueño primero, un astado con trapío. Su trasteo hubiera emocionado más si el oponente no hubiera doblado las manos que interrumpían sus tandas de acompasados pases. Saludó de hinojos con larga cambiada al cuarto y luego realizó el quite de la Flor de Lys, de su creación. Lo muleteó suavemente y con mucho cuidado para que el burel no siguiera rodando por la arena.

Como el jaliscience no quedó satisfecho, regaló el sobrero. En su quite al bravo de Xajay dibujó Las Florentinas, otro lance de su creación. Inspirado, ejecutó series de profundos redondos y rítmicos naturales y coronó su armoniosa faena con un estoconazo hasta la bola.

José Luis Angelino recibió de rodillas con larga cambiada al noble segundo, que recibió arrastre lento, y después en los medios se ajustó por chicuelinas. En su vistoso pareo intercaló la moviola y el galleo. Con empaque y torerismo ejecutó una variada faena. Al salir el quinto, que parecía un novillo, la concurrencia lo protestó y llenó el ruedo de almohadillas. Angelino tuvo el mal tino de invitar a banderillear a Téllez y la bronca arreció. Como el juez Ricardo Balderas no devolvió el burel, el público, en señal de repudio, dio la espalda, para no ver la lidia de Angelino. ¡Un espectáculo insólito en este coso!

Con el tercero, un toro con trapío, Israel Téllez estuvo desacertado con el capote y con los palitroques y su valiente trasteo fue atropellado. En el insípido sexto invitó a colocar los garapullos a Angelino y ambos se lucieron. Su trabajo con la sarga fue largo y aburrido.