La acusación pide 20 años de cárcel para el hombre que quemó a su ex pareja
El acusado niega los hechos y alega que había ingerido gran cantidad de alcohol
El juicio contra M. A. A., acusado del asesinato de su ex pareja a finales de 2003, comenzó ayer en la Audiencia Provincial de Córdoba. El acusado, quien presuntamente roció con líquido inflamable a María Rafaela Gaviño y luego le prendió fuego, se enfrenta a una pena de 20 años de cárcel y 240.000 euros si el jurado popular considera que lo hizo con alevosía y ensañamiento, tal y como sostiene la acusación particular.
El fiscal, que considera la atenuante de arrepentimiento ya que el acusado intentó sofocar las llamas con una manta y avisó a una ambulancia, rebaja la petición de pena a 18 años, si se tratara de un asesinato, y a 13, si finalmente se establece que fue un homicidio. El acusado sostuvo ayer que el día de los hechos había ingerido gran cantidad de alcohol, que no sabía que el líquido era inflamable y que no prendió fuego a la víctima.
Según el relato del fiscal, pasadas las 23.00 horas del 15 de octubre de 2003, el acusado M. A. A., de 47 años y que mantenía una relación sentimental continuada y estable con María Rafaela Gaviño, fue al piso de la víctima, protésica dental de profesión. Tras una fuerte discusión, el acusado cogió un bote de medio litro de metilmetacrilato, que María Rafaela utilizaba en su trabajo, y "a sabiendas de las propiedades altamente inflamables y corrosivas de tal producto, después de extraer el tapón del envase, vertió y arrojó el líquido que contenía sobre el cuerpo". El fiscal también sostiene en el escrito de acusación que M. A. A. prendió con un mechero el líquido. La víctima sufrió quemaduras de segundo y tercer grado. Fue trasladada al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde falleció 24 días después.
El acusado sostuvo ayer frente al jurado popular que aquel día había ingerido una gran cantidad de alcohol y que no fue al piso de la víctima con la intención de agredirla. Según explicó Aurora Genovés, la abogada encargada de la acusación particular, M. A. A. también dijo que golpeó a María Rafaela con un bote, pero que desconocía que se tratara de un líquido inflamable. El acusado negó además que prendiera fuego a la mujer y que desconocía cómo se produjo la combustión, aunque dijo que quizás la mujer estaba fumando o se había encendido un cigarrillo. La abogada, que representa los intereses de los padres de María Rafaela, pide una condena de 20 años de cárcel y 240.000 euros de indemnización.
Según el fiscal, tras prender fuego a la mujer, M. A. A. cogió una manta, envolvió a la víctima con ella y apagó las llamas. El acusado salió a la calle y con un teléfono móvil de un viandante llamó a los servicios sanitarios, lo que supondría la atenuante de arrepentimiento para el Ministerio Fiscal. Genovés considera que no hubo arrepentimiento y que el acusado esperó hasta asegurarse de que la víctima moriría.
La defensa sostiene que M. A. A. sufre graves problemas de alcoholismo y pide su absolución porque se trata de un accidente fortuito que a lo sumo supone un homicidio por imprudencia.
Durante el día de hoy, los encargados de continuar con el interrogatorio al acusado serán los representantes del Ayuntamiento de Córdoba y de la Junta de Andalucía, que ejercen la acusación popular. El veredicto no se conocerá hasta finales de esta semana o principios de la próxima.
Antes de comenzar la vista oral, una decena de miembros de la Plataforma Cordobesa contra la Violencia a las Mujeres se concentraron a las puertas de la Audiencia Provincial. Su portavoz, Dulcenombre Rodríguez, manifestó su deseo de que se haga justicia y "que todo el peso de la ley caiga sobre el presunto asesino".
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