El duende y la elegancia de Enrique Morente triunfan en Actual
La recta final de la edición de este año de Actual 2005, que se celebra en Logroño (La Rioja), deparó una velada interesante en la noche del sábado. Enrique Morente fue el encargado de arrancar los primeros aplausos. Contenido en la primera parte, el granadino se fue creciendo a la vez que la noche se venía arriba. De nuevo, como ya ocurriera la noche anterior, el hecho de programar tres actuaciones consecutivas dejó al público riojano con ganas de escuchar un poco más de Enrique Morente.
Elegante y comedido, el cantaor señaló su reloj con el dedo índice de su mano derecha en un gesto claro: se había acabado el tiempo. Fue la actuación más aplaudida. Hubo duende.
Diego Carrasco entró en escena desbordando. Con un sonido más heterodoxo, menos purista que el de su antecesor, el polifacético artista apostó por la juerga para que Logroño se divirtiese. Acompañado de nueve músicos sobre el escenario, Carrasco fue hilando temas entre los que se encontraban varios de Mi ADN flamenco, su último trabajo.
Como cierre de la noche salió a escena Rachid Taha. Era la segunda ocasión que tenía el público riojano de ver al músico de Orán (ya estuvo en Actual 2002), pero la primera de hacerlo en buenas condiciones acústicas.
El primer logro del músico, y por extensión de los programadores, fue llevar al Palacio de Deportes a un buen número de inmigrantes deseosos de acompañar a Taha. Luego todo fue rodado: el espectáculo gustó, el sonido era de calidad y el resultado convenció.
Donde no estuvieron tan bien las cosas fue en el apartado cinematográfico, ya que Emir Kusturika, uno de los mayores reclamos del festival Actual 2005, no pudo llegar a tiempo para presentar su película al público logroñés (problemas con los horarios de los vuelos). Así, las personas que acudieron al teatro Bretón tuvieron que ver La vida es un milagro sin las pertinentes explicaciones del director. Eso sí, Kusturika cerró ayer la edición numero 15 de Actual junto a The No Smoking Band.
