Violencia en el 'calcio'

La Liga italiana comenzó 2005 con broncas. La violencia volvió a los estadios. En lo deportivo, el Milan recortó distancias con el líder Juventus, al que se acercó a dos puntos, pero los resultados volvieron a quedar oscurecidos por la tensión vivida dentro y fuera de los estadios.

A primera hora de la tarde, en Parma, donde el equipo local logró empatar a falta de cinco minutos con un gol de Marchionni el logrado por Ibrahimovic para el Juventus poco después de la hora de partido, hinchas de ambos equipos se enzarzaron en violentos enfrentamientos fuera del estadio al término del encuentro. La policía tuvo que intervenir, aunque en principio no hubo detenidos ni anoche se conocía que se hubiesen producido heridos.

Más tarde, ya de noche, la policía también debió usar gases lacrimógenos en las calles de Roma para dispersar a los hinchas después de un bronco derby que el Lazio ganó al Roma, por 3-1. Imágenes de televisión tomadas desde un helicóptero mostraron las cargas de la policía sobre los aficionados.

Durante el partido, en el que se produjeron numerosas acciones violentas por parte de los jugadores, especialmente de Filippini, del Lazio, que debió ser el primer expulsado, también hubo momentos de tensión. El Olímpico de Roma, escenario en los últimos tiempos de acciones lamentables, repitió una escena parecida. Esta vez no provocó la suspensión como en el anterior partido entre ambos equipos, ante una falsa alarma de que un hincha había resultado muerto, ni la sanción y también suspensión por la agresión al árbitro en la Liga de Campeones, pero se rozaron ambas cosas.

Primero, una botella de plástico alcanzó en una pierna a un jugador del Roma en la primera parte. Después, en la segunda, un potente petardo estalló entre los jugadores y el más afectado fue el capitán romano, Totti, que quedó aturdido y sin oir durante más de cinco minutos. El partido, con tantas interrupciones también por faltas duró siete minutos más de lo normal y en todo momento dio la sensación de que podía estallar un escándalo aún mayor. Por ejemplo, cuando el autor del primer gol del Lazio, Di Canio, salió enardecido del campo al ser sustituido cerca del final y un jugador del Roma le recriminó sus gestos como una provocación. Poco después, Cassano lanzó también un balonazo al banquillo rival, aunque se disculpó poco después.

El Milan, que goleó al Lecce, por 5-2, con tres tantos del argentino Hernán Crespo, está ahora a dos puntos del Juventus, mientras el Inter, aún cuarto de la tabla, también se acercó al Udinese, que perdió en Génova con el Sampdoria. El otro conjunto de Milán se impuso en Livorno con dos goles de Materazzi y Vieri. Esta vez no marcó el brasileño Adriano, que sigue encabezando la tabla de goleadores con 14 tantos.