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Muere un policía nacional tiroteado en una discusión en Vicálvaro

La víctima estaba de baja desde junio, pero hoy debía volver al trabajo

Un agente del Cuerpo Nacional de Policía, José Manuel Álvarez Pacios, de 48 años, murió ayer por la noche asesinado de dos tiros en el distrito de Vicálvaro tras mantener una discusión con tres personas. Los disparos le alcanzaron el tórax y la zona pélvica, lo que le produjo el fallecimiento prácticamente en el acto. Agentes de Homicidios investigan qué hacía el fallecido en esa zona y a esa hora, ya que se encontraba de baja laboral desde el pasado junio. Estaba destinado en la comisaría de Leganés.

Los hechos ocurrieron sobre las 20.30 en la calle de Campo de la Torre, junto a la Minerva. El fallecido iba al volante de un turismo Honda de color blanco, cuando fue abordado, supuestamente, por tres individuos. Se inició entonces una discusión entre los cuatro por motivos que hasta el momento se desconocen. De las palabras se pasaron a las manos y hubo un forcejeo. El policía nacional fue sacado del vehículo. Durante la pelea, el agente sacó un revólver Mágnum de su propiedad que no llegó a utilizar. Uno de sus agresores, presuntamente una mujer, esgrimió una pistola y abrió fuego contra el agente. Éste fue alcanzado por un disparo en el pecho, que le afectó el pulmón izquierdo y algunos vasos importantes. Otro balazo le hirió en la región pélvica, muy cerca de los genitales. La primera fue la mortal, según una portavoz de Emergencias Madrid.

"Todo ha sido muy rápido. Pensábamos que eran unos chavales que estaban tirando unos petardos, pero al ver salir a dos coches a toda velocidad en sentido contrario nos hemos alarmado", explicó la dueña de una tienda de juguetes cercana. A la misma hora se estaba celebrando en el barrio la cabalgata de los Reyes Magos, lo que también despistó a muchos vecinos de la calle.

El hombre, que iba vestido con un pantalón vaquero y un jersey claro, quedó tendido en medio de la calzada. Todas sus tarjetas de crédito quedaron desparramadas, al igual que un crucifijo de oro de grandes dimensiones. "No decía nada. Le he preguntado qué tal estaba y ni me ha respondido. Al poco le ha costado mucho respirar. Tragaba con mucha dificultad", señaló la testigo.

Los diferentes vecinos que estaban por la zona comenzaron a llamar desde sus teléfonos móviles a la policía y a las ambulancias. La primera comunicación entró por el teléfono de emergencias 112. Cuando llegaron los facultativos de una UVI móvil del Samur-Protección Civil, el agente estaba en parada cardiorrespiratoria. Había perdido gran cantidad de sangre. Los sanitarios estuvieron más de 30 minutos practicándole maniobras de reanimación, pero, al final, sólo pudieron certificar la muerte de Álvarez Pacios. "Esta claro que esto no ha sido un robo, porque si hubieran querido sus pertenencias, los asesinos no se habrían dejado todo lo que ese pobre hombre llevaba de valor. Hasta un pequeño búho de oro, que ha quedado tirado en la calle", añadió la mujer.Los primeros indicios de que se trataba de un agente de la autoridad surgieron cuando los agentes de la comisaría de San Blas-Vicálvaro descubrieron que la víctima llevaba unas esposas colgadas en el cinturón, junto a una funda de una pistola que estaba entonces vacía. Al comprobar su documentación, el fallecido sólo portaba la placa insignia y el carné profesional. Esto permitió descubrir que se trataba de un agente del Cuerpo Nacional de Policía destinado en los radiopatrullas del Módulo Integral de Proximidad (MIP) 1 de la comisaría de Leganés.

Algunos señalaron anoche que vieron como dos coches (un Seat Ibiza blanco y otro azul) huían en sentido contrario por la calle de Minerva, mientras una mujer se dedicaba a recoger objetos que estaban caídos en el suelo. Todo apunta a que se trataba de los casquillos percutidos. Los mismos testigos aseguran que oyeron "cuatro o cinco disparos". Una de las pruebas fundamentales que está analizando la Policía Científica es una zapatilla casera de color rosa que la supuesta asesina perdió en su huida.

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"La mujer ha actuado con mucha tranquilidad y sabiendo lo qué hacía en todo momento", explicó otro testigo que estaba en el lugar de los hechos. Pocos pudieron dar una descripción física de la misma, ya que la zona por la que huyó estaba bastante oscura. La policía intentó localizar por los alrededores el Seat Ibiza en el que huyeron los agresores, pero no fue visto por ningún agente. El coche en el que viajaba el policía asesinado figura registrado a nombre de otra persona en los archivos de la Dirección General de Tráfico (DGT). Este vehículo tenía la rueda delantera derecha desinflada, probablemente a causa de un impacto de bala. Cuando llegaron los policías tenía las puertas cerradas. Un testigo echó por encima de la víctima su abrigo ya que Álvarez Pacios comenzaba a tiritar por la pérdida de sangre y el frío ambiente. La prenda quedó empapada en sangre.

El agente Álvarez Pacios se encontraba de baja laboral desde el pasado junio "por acto de servicio", según fuentes policiales. Tenía que reincorporarse al trabajo hoy. En su ficha personal consta que tenía su domicilio en la localidad toledana de Illescas. Anoche se desconocía otros datos de su situación familiar, aunque algunas fuentes señalaron que vivía con una inmigrante colombiana. El fallecido era "corpulento y bastante alto", según los que le vieron.

Los agentes del Grupo V de Homicidios que se encargan del caso están investigando qué hacía el agente en Vicálvaro, armado y con las esposas, máxime cuando se encontraba de baja laboral. También les resulta sospechoso que condujera un vehículo que no está inscrito a su nombre y que aparentemente tampoco al de ningún familiar. Las pesquisas se orientan, según fuentes del caso, a tratar de determinar si el policía nacional se había visto envuelto en algún asunto turbio, que pudiera haber dado origen a la discusión que le costó la vida. La Policía Científica se llevó su arma anoche al laboratorio para analizarla, aunque todo apunta a que no fue la empleada en el crimen. De hecho, al ser un revólver, los casquillos habrían quedado alojados en el tambor.

La zona donde ocurrió el crimen es un nuevo barrio de Vicálvaro que se caracteriza, según el vecindario, por su tranquilidad. La calle donde cayó muerto Álvarez Pacios desemboca en una vía de dos carriles por sentido que tiene bastante circulación, pese a que se trataba del día previo a los Reyes y que hacía bastante frío. De hecho, la víctima fue abatida junto a un descampado en el que actualmente se realizan los trabajos para una próxima construcción, informa Ángel Zafra.

Al lugar de los hechos se desplazó toda la cúpula policial de Madrid: el jefe superior de Policía, Miguel Ángel Fernández Rancaño; su número dos, José Pinillos, y los responsables de las brigadas de Policía Judicial y Seguridad Ciudadana, Juan Manuel Calleja y Juan Carlos Ortiz, respectivamente. También acudió el inspector jefe de la Policía Municipal de la capital, José Luis Morcillo, entre otras autoridades locales. Entre ellas estaba la concejal presidenta de la Junta Municipal de Vicálvaro, Carmen Torralba González.

"No sabemos por qué el agente asesinado estaba aquí, pero todo parece que se ha debido a una discusión entre varias personas, dos o tres. Ahora estamos pendientes de lo que nos diga el forense y los análisis de Policía Científica", señaló el jefe superior de Policía de Madrid. Decenas de curiosos se congregaron junto al cordón policial para ver la escena del crimen. Este es el primer homicidio que se registra en 2005 en la región.

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