Vicente Aguilera Cerni, señor de la palabra y de la cultura

Apenas entrada la mañana, recién estrenado el nuevo año, nos dejaba Vicente Aguilera Cerni, prestigioso historiador de arte y una de las personalidades más significativas de la crítica de arte del siglo.

Una recia y cálida personalidad y un talante sencillo acompañaron a una mente dotada de gran capacidad organizativa y de no menor voluntad de discernimiento. Su desaparición deja un vacío difícil de llenar, dada la categoría de su obra escrita y de su brillante trayectoria.

Impulsor desde los años cincuenta en Valencia de la crítica de arte y del estudio del arte de vanguardia, animó y formó parte de grupos tan importantes como Parpalló y Antes del Arte.

La importancia de su trabajo, desarrollado en artículos y libros, permitió que en 1959 mereciera el Premio Internacional de la Crítica de Arte en la XXIX Bienal de Venecia, y años después, en 1989, el Premio de las Letras Valencianas.

Profundo conocedor del informalismo, que entendió como fruto de una evolución del pensamiento existencialista, definió a su vez los elementos constitutivos de una crítica de arte creadora, capaz de justificarse como verdaderamente necesaria.

Exigía del artista una "conciencia ética" y estimaba que "pintar, en su expresión más alta, consiste en ser honrado en lo que uno pinta, con uno mismo, con su propia época y, sobre todo, con su Dios y con sus sueños".

El Arte para Vicente Aguilera Cerni era comunicación, averiguación y aportación, hecha con un lenguaje específico, pero lo entendía también como una de las formas de expresión del contorno que nos rodea: "una pulsación del hombre".

Defendió en todo momento una crítica de arte que tuviera como arma primordial un pensamiento ordenador de lo disperso, capaz de ayudar desde la temporalidad circunstancial e histórica a estructurar el propio ser y a perfilar su vocación ante lo absoluto.

Académico de Bellas Artes de San Carlos y autor de importantes estudios, destacan entre sus libros: Introducción a la pintura norteamericana (1995), La aventura creadora (1956), Arte Americano del siglo XX (1957), El arte impugnado (1969), Iniciación al arte español de posguerra (1970), Posibilidad e imposibilidad del arte (1973). En colaboración con otros autores publicó El Arte en la sociedad contemporánea (1984) y Diccionario del arte moderno: conceptos, ideas y tendencias (1987).

Digna de especial mención es su obra Textos, Pretextos y Notas, que, en tres volúmenes y editada por el Ayuntamiento de Valencia, reúne escritos escogidos de 1953 a 1987. En ella expone una cumplida serie de razones y reflexiones en torno al arte contemporáneo, producto de la época en que ha vivido.

Presidente de la Asociación Española de Críticos de Arte, de la que era presidente de Honor y significado miembro de la Asociación Internacional, me cupo el honor de trabajar junto a él como secretaria general y conocer la "vehemente actividad" que acompañó a cuantas tareas emprendió en pro del arte y de la cultura artística.

Señor de la palabra, lo nombró el rector magnífico de la Universidad Politécnica de Valencia en el acto de investidura como doctor honoris causa, el año 1990. Señor de la cultura también y patricio valenciano. Para quienes fuimos sus compañeros y amigos en el ejercicio de la crítica de arte se va un amigo entrañable y un maestro ejemplar. Descanse en paz.-