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Medicina musical para los amigos

Diego A. Manrique

Conocida su fama de melómano, Fernando Trueba solía confeccionar selecciones de música exquisita para sus conocidos. En 2003, el cineasta decidió compartir esa bendita afición con el público en general, publicando una primera recopilación de jazz suave, que bautizó Música para los amigos. La realización de El milagro de Candeal y el continuado éxito de Lágrimas negras le han tenido muy ocupado, pero Trueba ha decidido inaugurar 2005 lanzando otra entrega de Música para los amigos, con un subtítulo -Música para machacarte el corazón- inspirado por una canción de Rosa Passos. Y es que esta segunda colección se centra en intimistas melodías brasileñas, aunque algunos intérpretes -Bill Evans, Freddy Cole, Paul Desmond, Ryuichi Sakamoto- no hayan nacido en Brasil. El disco, que lleva portada de Mariscal, tiene como lema una lapidaria frase de Vinicius de Moraes: "La tristeza no tiene fin, la felicidad sí".-

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