300 vecinos interrumpen violentamente una sesión del Ayuntamiento de Vigo

Unos 300 vecinos irrumpieron ayer violentamente en el salón de plenos del Ayuntamiento de Vigo para tratar de impedir la aprobación del Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) que en esos momentos debatía la corporación local. Los vecinos ocasionaron numerosos destrozos en el mobiliario y consiguieron interrumpir durante hora y media la sesión, que continuó a puerta cerrada y finalmente aprobó el plan con los votos de populares y nacionalistas (10 más 7), el voto en contra del grupo socialista (8) y la abstención del Partido Galeguista (2).

Las diferencias con respecto al PGOM son patentes desde hace meses. Lo defienden populares y nacionalistas, y los socialistas lo rechazan. De ahí que Ventura Pérez Mariño, ex alcalde de Vigo y portavoz socialista, fuera acusado de instigar la algarada de ayer.

Los incidentes comenzaron a las 9.30, media hora después de iniciarse la sesión. Estaba en uso de la palabra el portavoz popular, José María Figueroa, cuando varios vecinos irrumpieron en el salón y lanzaron panfletos sobre los concejales mientras el grueso de los manifestantes, apiñados a la entrada, gritaba "farsantes", "demagogos" y "vendidos", hacía sonar pitos con gran estrépito y forcejeaba con la Policía Local para romper la barrera de seguridad que les impedía el acceso. Hasta que los alborotadores consiguieron superar esa resistencia y ocupar el salón donde se celebraba la sesión, causando importantes destrozos en el mobiliario. Poco después, efectivos antidisturbios de la policía entraban en el ayuntamiento para controlar a los alborotadores.

La alcaldesa, Corina Porro (PP), se reunió con los portavoces de los grupos para buscar alguna salida a la situación. Pérez Mariño se ofreció para mediar entre los manifestantes y la corporación y propuso celebrar la sesión en el auditorio municipal, con más aforo, para que los manifestantes pudieran asistir a su desarrollo. Los demás portavoces se lo criticaron duramente, hasta acusarle, como hizo el nacionalista Lois Pérez Castrillo de "protofascismo" y de ser "el autor intelectual del conflicto".

Los portavoces decidieron finalmente continuar la sesión a puerta cerrada en otra sala. El polémico PGOM fue debatido ante los periodistas como único público y, sin el menor viso de conciliación de las diferencias, fue finalmente aprobado, cuando ya eran las 16.45.