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El euro continúa su carrera al alza y supera los 1,36 dólares por primera vez

La moneda estadounidense registra una caída del 11% desde la victoria de Bush

El mercado de divisas no da tregua al dólar. Ayer, el euro marcó un nuevo máximo y alcanzó los 1,3638 dólares. La moneda estadounidense registra ya una caída del 7% en lo que va de año frente a la divisa europea. En términos de pesetas, se necesitarían ahora mismo 122 pesetas para comprar un billete verde, un cambio para el que hay remontarse a diciembre de 1995. La caída de la divisa estadounidense ha venido marcada por el desequilibrio en las cuentas comerciales de Estados Unidos y el rechazo de las autoridades económicas europeas a intervenir para frenar el desplome del dólar.

Desde 1995 no era tan barato para los españoles visitar Estado Unidos, por lo menos en lo que se refiere a los tipos de cambio. En ese año se podía comprar un dólar con 125 pesetas, de promedio. Ahora con un euro se pueden adquirir 1,3638 dólares. O lo que es lo mismo, un dólar vale 0,7352 euros (o 122 pesetas si se hacen comparaciones con la desaparecida moneda española).

Aunque puede ser que los turistas europeos se beneficien de la vorágine de máximos de la moneda europea, la caída del dólar supone un verdadero quebradero de cabeza para la economía mundial. Y el mercado de divisas es especialmente peligroso en las navidades. Con una buena parte de los intermediarios tomándose una tregua durante las vacaciones, el menor volumen de dinero en la compraventa de divisas permite movimientos más bruscos de lo normal. En una jornada normal, en el mercado de divisas se mueven unos 1,9 billones de dólares. En un día semifestivo como el de ayer, esa cifra cae a la mitad, asegura el banco de inversión JP Morgan.

En ese paisaje allanado, el euro avanzó ayer en estampida contra el dólar y se situó en 1,36384. El antiguo máximo de 1,3525 fue alcanzado el viernes pasado. Se trata del enésimo récord de la moneda europea contra el dólar este año.

Lo más preocupante, y lo que utilizan los intermediarios para explicar sus apuestas contra la moneda estadounidense, es que la subida del euro, o lo que es lo mismo, el desplome del dólar, se debe a síntomas estructurales. Y no hay señas de que éstos vayan a desaparecer en 2005.

Déficit comercial

Cada vez que el dólar cae a un nuevo mínimo, los expertos recitan sus críticas contra el déficit comercial de Estados Unidos del 5,06% del producto interior bruto (PIB). Ese máximo histórico hace que Washington, según los analistas, se mantenga de brazos cruzados al ver el dólar vapuleado por las otras monedas.

Un dólar por los suelos, aunque hace que el billete verde pierda prestigio y que muchos inversores no quieran sus depósitos en esa moneda, por lo menos ayuda a paliar el déficit. Las economías de la zona euro, en cambio, sufren ante un desequilibrio con la divisa estadounidense ya que encarece sus exportaciones y pierden competitividad.

Los analistas, sin embargo, han observado con detalle cada una de las declaraciones de los responsables de la política económica a ambos lados del Atlántico, y todos parecen llegar a la conclusión de que ninguno meterá mano en el mercado de divisas para revertir o simplemente frenar la tendencia.

El Banco Central Europeo (BCE) nunca ha intervenido para frenar una subida del euro y todas las declaraciones de su presidente, Jean-Claude Trichet, este año han sido marcadas por la prudencia.

Desde su salida a cotización, la moneda única ha subido más del 16% frente al dólar, y desde el 26 de octubre de 2000, cuando marcó su mínimo histórico de 0,8230 dólares, se ha elevado alrededor del 65%. En los últimos dos meses, la moneda única se ha revalorizado casi un 11% frente al dólar. Esa subida arrancó con la victoria de George W. Bush en las elecciones presidenciales de EE UU. Bajo el mandato de Bush, aseguran los analistas, los desequilibrios en las cuentas de EE UU se mantendrán.

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