Los colores del miedo y de la libertad

El aula de Pilar Domínguez en la Facultad de Educación de Huelva es un taller de arteterapia donde priman los garabatos, la música, la pintura y el barro. "Estamos descubriendo el valor del garabato como recurso expresivo de liberación de la energía, de proyección de la persona y de extrapolación de los elementos de conflicto" enfatiza Ángeles Serrano, profesora de Educación Infantil, de 33 años. "El garabato es mucho más que unos rayajos para ayudar al niño a realizar trazos. Puede ayudar a los niños a expresar lo que llevan dentro, a definir sus sentimientos. Con el garabateo, los niños expresan los miedos y los sueños infantiles. Es un recurso perfecto para controlar la hiperactividad en cuanto que supone una tremenda descarga de energía", afirma serrano.

A Laura Breva, de 19 años, estudiante de segundo de Educación Infantil, le fascinan las clases de Pilar Domínguez. "Me encantan. La arteterapia me resulta un método brillante, que desconocía hasta ahora. Creo que es vital para que los niños, mis futuros alumnos, adquieran confianza en sí mismos. En la clase utilizamos los colores y la música para expresar el miedo, la libertad y la violencia. Percibimos cómo todos utilizábamos colores fuertes como el rojo y el negro para expresar el miedo y los tonos más suaves para la libertad. Para ello utilizamos las manos y la brocha", explica.

Carlos Manuel Martínez, alumno de segundo de Educación Infantil, de 33 años, participó en el taller de cuentos clásicos. "El cuento del Patito feo es idóneo para trabajar con los alumnos el problema de la autoestima. Hemos analizado el cuento y propuesto diferentes finales, como por ejemplo, que el Patito, en lugar de convertirse en un cisne, se presenta al grupo tal cómo es y trata de dar a conocer otras cualidades", explica. "Este cuento", afirma, "puede servir para mostrar a los niños la metáfora de la diversidad".