O'Neal gana la partida a Bryant
Aunque el alero marca casi el doble de puntos que el 'pívot', los Lakers caen ante los Heat
Pocas veces antes un partido de la primera fase de la Liga de la NBA había atraído tanta expectación como el duelo en el que se enfrentaron los Heat de Miami Heat y los Lakers en Los Ángeles o, lo que es lo mismo, Shaquille O'Neal y Kobe Bryant. Podría haber sido un combate de pesos pesados o, de acuerdo con las celebridades y paparazzi presentes en la cancha, un reality show en vivo con Ben Affleck y Jennifer Lopez como protagonistas. Sea como fuere, la cita cumplió las expectativas.
La victoria de los Heat en el Staples Center, tras una prórroga, por 102-104 quedó en un segundo plano tras el saludo inicial entre los capitanes de ambos equipos. Los 18.000 espectadores contuvieron la respiración al ser testigos del momento que esperaban desde el verano. Podría haber sido un abrazo, una disculpa... O también podrían haberse enzarzado al más puro estilo Ron Artest. Al final, el evento quedo en nada. Un simple gesto, sin palabras de por medio ni contacto visual, desilusionó a la audiencia, aunque no debiera de extrañar una actitud que se convirtió en monotonía durante sus años juntos.
La reputación de Kobe sufrirá. Individualista, su festival de tiros confirmó su talento desperdiciado
El pitido inicial dio comienzo a un festival anotador de Kobe Bryant, que, con 42 puntos, pudo perfectamente haber pasado de villano a héroe si no se hubiera quedado sin gasolina en la prórroga. Shaquille O'Neal cumplió su promesa y se comportó como un muro obligando a los Lakers a explotar el tiro exterior. De los 36 triples que intentaron sólo 14 acabaron en la canasta. Esa intensidad acabo por jugarle una mala pasada al pívot mas intimidador de la historia. A falta de dos minutos para el final del último cuarto, Shaq se vio obligado a ver el resto del partido desde el banquillo tras cometer su sexta falta personal.
Fue Bryant el que forzó las dos ultimas personales de O'Neal, quien, como declaró al finalizar el encuentro, se dejó llevar por su estrategia de no permitir a su ex compañero realizar mate o entrada alguna. Tras su salida de la pista, el Staples Center rompió en una ovación para Kobe y, al corearse su nombre, se pudo ver al alero de los Lakers visiblemente emocionado. Debía de estarlo. Al fin y al cabo, fueron sus hinchas los que le acusaron de haber roto la dinastía.
Por otro lado, Shaq jugó el partido que tenía que jugar. Cedió el protagonismo a Dwyne Wade y se mantuvo a su nivel con 24 puntos y 11 rebotes mientras que Kobe dejó relucir las virtudes y los defectos que le hicieron famoso durante su etapa como compañero suyo. Los restantes jugadores de los Lakers se convirtieron en meros espectadores del show que quiso acaparar Bryant. Desde todas las distancias y posiciones, en carrera o cayéndose, Kobe se jugó tiros imposibles. Dieciocho de ellos entraron y 43 demostraron que también es humano. Sus nueve pérdidas del balón, una menos que las totales de los Heat, pudieron haberse evitado en su mayoría, pero el partido no era uno normal, sino parte de su dramática vida. El ultimo segundo de la prórroga, con Shaq de pie frente al banquillo, dejó a Kobe con la oportunidad de empatar el partido, pero su tiro se quedó corto y los tres aplausos de Shaq dejaban el duelo listo para la sentencia.
En la prórroga, Wade y Eddie Jones, otro ex de los Lakers, anotaron cuatro puntos cada uno y aseguraron la victoria de los Heat, con la que afianzan su primera posición en la Conferencia Este con 22 victorias y siete derrotas. Con este nuevo traspié, los Lakers continúan su irregular campaña, cayendo al séptimo puesto de la del Oeste con 14 victorias y 12 derrotas.
Por lo que se refiere a Bryant, su reputación quedará dañada tras el choque. Su festival de tiros sin darse cuenta de que juega con cuatro hombres más a su lado confirmaron el talento desperdiciado de un hombre que no acaba de encontrar la fórmula para unir a todo el equipo bajo una misma causa. En cambio, la tranquilidad de Shaq, que vio desde el banquillo cómo su equipo ganaba el partido, parece inalterable. Es la de alguien que sabe que llegará a las finales de la NBA una vez más.
Los Heat y los Lakers se encontrarán una vez más antes de que finalice la Liga regular. Será el 17 de marzo, en Miami, mientras que Shaq y Kobe se enfrentarán con toda probabilidad en el partido de las estrellas de Denver el 20 de febrero. Hasta entonces la telenovela dará mas capítulos inolvidables.
Otro resultado de la madrugada española de ayer: Indiana, 93; Detroit, 98.
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