"No vivo en una nube"
El tenista balear es, con 18 años,el ganador más joven de la Ensaladera
Todo el mundo aseguraba que tenía madera de número uno, que en pocos meses estaría entre los diez primeros. Incluso John McEnroe lo vaticinó. Pero se equivocaron. Una fisura de escafoides en su pie izquierdo le impidió culminar todo lo que estaba apuntando. Estuvo parado tres meses, que coincidieron con toda la temporada de tierra batida. Se perdió Roland Garros por segundo año consecutivo y su progresión -había alcanzado el 34º puesto mundial en marzo- se frenó en seco. Sin embargo, su triunfo en Sopot y sus actuaciones en la Copa Davis le han convertido en la revelación en la encuesta anual de este diario, según la opinión de los deportistas españoles. A sus 18 años, Rafael Nadal es el 51º del mundo, pero su estrella adquirió un brillo muy intenso cuando ganó a Andy Roddick en la final de Sevilla.
"Sé dónde estoy y lo que hago. Me siento afortunado. Pero detrás hay mucho trabajo"
"No firmaría la carrera de Moyà. Quiero ser yo mismo y llegar al máximo con mi juego"
Pregunta. ¿Ha vuelto a ver aquel partido en el vídeo?
Respuesta. Sí. Lo ví la semana pasada, cuando tuve tiempo.
P. ¿Y qué sensaciones le vinieron a la cabeza?
R. Increíbles. Una final de la Copa Davis no se olvida nunca. Tuve recuerdos muy buenos. Es un gran invento esto del vídeo.
P. ¿Cree que podría repetirlo?
R. Si lo hice una vez, podría volver a hacerlo.
P. ¿Tiene la impresión de que se le recordará por la victoria ante Roddick más que por cualquier otra cosa?
R. No lo sé. Pero puede que sea lo más importante de mi carrera. Ganar la Copa Davis a los 18 años no lo había logrado nadie.
P. ¿Con qué se quedaría? ¿Con la victoria sobre Roddick o con su primer título de Sopot?
R. Sopot es muy importante para mí. Llegó cuando estaba por encima del 70º lugar mundial y me coloqué entre los 50 primeros. Pero la victoria sobre Roddick es lo mejor que me ha pasado hasta ahora.
P. Usted debutó en la Davis en Brno, donde logró el punto decisivo. ¿Sintió en Sevilla más presión que entonces?
R. Una final es distinta, pero yo creo que no. En Brno estaba más nervioso. Era la primera vez que jugaba la Davis y había perdido mi primer individual ante Novak y el doble. Y no quería salir de la Républica Checa con un balance totalmente negativo porque comenzar así en esta competición no hace mucha ilusión. Creo que jugué bien contra Novak, el número uno checo, y cumplí mi objetivo de forzarle físicamente. La prueba es que después tuvo que retirarse. Pero, al final, logré el punto decisivo ante Stepanek y para mí fue la gloria.
P. Su tío Toni dice que es un chico con suerte. Y pone el ejemplo de Brno, donde ganó un partido de los tres que jugó y salió como el héroe de la eliminatoria.
R. A lo mejor es verdad. Tengo suerte, aunque no sabría explicar por qué.
P. Esta temporada, sin embargo, no tuvo demasiada porque sufrió una lesión en un pie justamente cuando su progresión era meteórica y comenzaba la temporada de tierra batida.
R. Fue un momento complicado. Jugué muy bien los tres primeros meses y llegué a estar el 34º del mundo y el 18º de la Race. Estaba en una buena línea. Rozaba ya mi objetivo de la temporada, que era concluir entre los 20 primeros. Pero entonces me llegó la lesión. Estuve tres meses parado y me costó recuperar mi nivel anterior. Fue frustrante porque veía que los demás avanzaban y que yo estaba en casa sin poder defender mi ránking.
P. ¿Se muere de ganas de debutar, por fin, en Roland Garros?
R. Sin duda. Pero de lo que tengo ganas es de jugar en Australia y hacerlo bien. Y después, llegar a Roland Garros y hacer un buen torneo olvidándome definitivamente de las lesiones.
P. Su evolución ha sido espectacular. ¿Esperaba que todo le llegara tan rápido?
R. No. He crecido muy rápidamente a todos los niveles. Al margen de la lesión, esta temporada he tenido momentos muy dulces. Tuve suerte porque jugé el punto decisivo en Brno y luego volví a decidir en Alicante [ante el francés Clément]. Y en la final aporté una victoria [frente a Roddick] que fue también crucial. Son momentos inolvidables. Igual que cuando gané a Federer [número uno del mundo] en Miami y me impuse en Sopot.
P. Se comenta que Carlos Moyà le propuso firmar su carrera
[número uno, campeón de Roland Garros] y que usted le respondió que no.
R. Eso forma parte de la leyenda. Pero no es cierto.
P. ¿Pero firmaría?
R. No. Quiero ser yo mismo y llegar al máximo que pueda alcanzar con mi juego.
P. ¿Tiene ya el carné de conducir?
R. Todavía no, pero quiero sacármelo lo antes que pueda.
P. ¿Y coche?
R. He firmado un acuerdo con la marca KIA y me da dos al año. Uno lo tiene mi tío y el otro mi madre.
P. ¿Qué influencia han tenido sus tíos Toni y Miquel Àngel
[ex futbolista internacional] en su vida?
R. Toni ha estado entrenándome desde los cuatro años. Ha sido una persona crucial para mí en todos los sentidos. Y, si no hubiera sido por él, ahora ni habría ganado la Davis ni sería el 51º del mundo. Y Miquel Àngel estaba en Barcelona cuando yo era un niño, pero ahora me da buenos consejos.
P. Su tío Toni va lanzando en cada entrevista mensajes de humildad y situando en un contexto global todos sus logros. ¿Le ayudan sus consejos a mantener los pies en el suelo?
R. Sí, pero no los necesito porque yo no vivo en una nube. Sé donde estoy y lo que hago. Me siento afortunado por vivir estas experiencias con 18 años. Pero todo tiene sus momentos malos. Y la gente no ve la mayor parte de las cosas. Los aficionados se quedan con lo externo: ganar la Davis, estar en Australia, imponerse en un torneo... Pero olvidan que detrás de eso hay mucho trabajo: levantarte pronto para ir a entrenarme, viajar la mayor parte del año...
P. ¿Pasará en casa estas fiestas?
R. Sí. Viajaremos a Australia el 1 de enero.
P. Qué espera de la próxima temporada?
R. Tener un buen año, sin lesiones. Y alcanzar un nivel suficiente para conseguir buenos resultados y mejorar mi clasificación mundial.
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