El petróleo enfría el optimismo

Las empresas españolas siguen estando muy sanas. En el segundo semestre del año la mayoría ha aumentado la facturación, el beneficio, el empleo y la inversión, y para el próximo trimestre tienen buenas expectativas. Pero empiezan también a mostrar ciertas cautelas sobre la evolución de la economía.

Según pone de manifiesto el Barómetro de Empresas que elabora Deloitte, y que ha contado con las participación de 333 compañías, la mayoría cree que el producto interior bruto (PIB) crecerá el año que viene entre el 2% y el 2,5%, por debajo del objetivo oficial (2,9%). Sin embargo, España seguirá creciendo, a su juicio, más que la zona euro, para la que aventuran un 2%.

Una de las mayores preocupaciones de las empresas es el precio del petróleo, sobre todo por lo que puede incidir en la evolución del IPC. El 58,1% piensa que se estabilizará en un punto situado entre los 40 y los 50 dólares por barril. La mayoría se muestra indiferente ante la política económica del Gobierno, de la que les preocupa el aumento del gasto público, y entre los indicadores que mejor evolucionarán el año próximo los empresarios citan el consumo de energía eléctrica.

En el segundo semestre, la demanda interna ha continuado siendo el motor de las empresas, aunque también ha cedido terreno con respecto al semestre anterior. Mientras, la productividad se pone en cabeza entre los factores que influirán en la marcha de los negocios el año que viene.

Por sectores, destaca la recuperación de construcción, que ha mejorado sus datos, no sólo con respecto a los del segundo trimestre del año, sino también con respecto a sus previsiones. Por volumen de facturación, son las empresas más grandes las que obtienen mejores resultados.