O'Neal-Bryant, el gran duelo

Ésta es la historia de dos hombres que no supieron compartir el mismo balón. Su unión produjo tres anillos, tres títulos de la NBA, para los Lakers de Los Ángeles. Pero sus ocho años con los mismos colores supusieron también una tormentosa relación: celos, acusaciones mutuas, negaciones, un publicitado caso de violación... Shaquille O'Neal y Kobe Bryant se van a encontrar mañana por la noche por primera vez frente a frente en la pista y en un pabellón, el Staples Center de Los Ángeles, abarrotado por aficionados que han pagado hasta 2.000 euros por un asiento.

La derrota de los Lakers ante los Pistons de Detroit en la pasada temporada supuso un divorcio sonado y Shaq fue traspasado a los Heat de Miami a cambio de Lamar Odom, Caron Butler y Brian Grant. Desde entonces, las vidas de estos genios, que deberían haber originado una dinastía similar a la de Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabaar, han seguido caminos diferentes.

Los Heat se presentan en Los Ángeles como líderes del Este tras haber ganado diez partidos seguidos. Shaq nunca había metido menos puntos, pero ello parece no importarle. Como en su día contó con Penny Hardaway y Bryant, en Miami se ha acoplado a la perfección con Dwyane Wade, un espectacular escolta que, en su segundo curso, se ha consolidado como uno de los más constantes jugadores. Shaq ha probado que con su sola presencia en el poste bajo hace mejor a los que le rodean y ha cedido el protagonismo a Wade, que entiende mejor que nadie lo que supone ganar un campeonato.

En la otra costa del país, la del Oeste, a Bryant se le ve más Kobe que nunca. Con 27 puntos de media por partido, ha subido su rendimiento en los rebotes y da más asistencias mientras que, con un despliegue espectacular, ha centrado el juego de los Lakers a su alrededor porque piensa que ése es el único modo de llegar a la fase final. Sin embargo, no ha sabido compenetrarse con sus compañeros como Shaq; especialmente con Odom, que, sin el balón, juega sin rumbo. Así que los Lakers sólo van los séptimos en su conferencia, con 14 victorias y 11 derrotas.

El nuevo partido del año, cuya publicidad está vendida en su totalidad por 100.000 dólares cada 30 segundos, se ha calentado durante la semana. Con el deseo de endulzar la telenovela en la que se han convertido sus existencias, Bryant realizó su primera aparición televisiva desde el verano pasado y en ella pidió disculpas públicamente a Shaq por haber declarado a la policía de Colorado el pasado año que debía pagar a la mujer que le acusó de violación para que no hablara tal y como hizo Shaq más de una vez.

Pero el pívot de los Heat rechazó de inmediato su oferta de paz y le amenazó con lo que le pasará si durante el encuentro se atreve a acercarse a su aro. "Si tienes un Corvette y chocas contra un muro, ya sabes lo que pasa. Kobe es el Corvette y yo soy el muro", declaro Shaq, que, conociéndose su amor por el teatro, será capaz, no obstante, de abrazar y besar a Kobe antes de que la pelota empiece a botar sobre el parqué.