Prodi amenaza con abandonar la coalición de izquierda italiana

Romano Prodi no es todavía el candidato oficial de la izquierda italiana a la presidencia del Gobierno. Pero ya amaga con abandonar, amenaza a compañeros de coalición con la frase "se derramará sangre en ciertas sedes" y se declara "amargado". Con las elecciones regionales a la vuelta de la esquina y las generales a poco más de un año, la oposición a Berlusconi atraviesa su enésima crisis.

Prodi fracasó el lunes en su intento de que La Margarita, el partido de antiguos democristianos progresistas al que dice pertenecer "moralmente", aceptara su proyecto de listas únicas en las regionales. Y montó en cólera. Acusó a Francesco Rutelli, el líder de La Margarita, de "sabotear" la unidad del centro-izquierda y lanzó una amenaza: "Si encontráis otro candidato, yo me retiro". Rutelli expresó su estupefacción por la reacción de Il professore y consideró "absurdos" los ataques.

"Hemos estado trabajando todos estos años para que Prodi encontrara a su regreso de Bruselas una izquierda más cohesionada y más amplia que cuando se fue, pero en lugar de actuar como candidato y proponer cuestiones de programa se inmiscuye en cuestiones internas de los partidos y crea divisiones entre nosotros", declaró una fuente de La Margarita muy cercana a Rutelli.

El partido más fuerte de la llamada Gran Alianza Democrática, los Demócratas de Izquierda (antiguos comunistas), se ha visto obligado a ejercer de nuevo como mediador en un conflicto entre democristianos. Piero Fassino, secretario general del PDS, pasó el martes hablando con Prodi y Rutelli para calmar los ánimos. En el PDS se interpretaba la crisis como un "farol" de Prodi, destinado a conseguir que los jefes de los partidos se sometieran a su criterio.

Recordaban, sin embargo, que en sus filas había un posible candidato alternativo, el alcalde de Roma, Walter Veltroni. Y consideraban que Prodi no debería forzar las cosas, porque un mal resultado en las regionales podría costarle la candidatura en las generales.