Camps rompe el pacto lingüístico e impide que la Acadèmia vote la fórmula "valenciano / catalán"

El Gobierno valenciano que preside el popular Francisco Camps rompió ayer el pacto lingüístico que se plasmó en la creación de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) e interrumpió la reunión de los académicos para impedir que se pronunciasen sobre la naturaleza del valenciano. El consejero de Cultura, Alejandro Font de Mora, fue el encargado de leer a los académicos un comunicado en el que les instó a no pronunciarse y les advirtió de que el Gobierno valenciano promoverá "las actuaciones legales y legislativas pertinentes".

La amenaza surtió efecto y la presidenta de la AVL, Ascensión Figueres, retiró de la discusión, en contra de la opinión de los académicos, el dictamen previsto, que hacía referencia a la fórmula "valenciano / catalán".

La actuación del Consell sobre la autonomía de la Acadèmia abrió de inmediato una crisis política. El propio Ejecutivo valenciano calificó ante los integrantes de una institución creada por las Cortes Valencianas de "gravemente lesivo para el interés del pueblo valenciano, al cual representa el Consell, cualquier pronunciamiento de cualquier órgano o entidad, y por tanto de esta Acadèmia, que incida negativamente en la solución del conflicto planteado sobre nuestra lengua y que rompa el consenso originario".

Un consenso que Camps y su Gobierno consideran ya roto con la presión realizada por los partidos catalanes para lograr el reconocimiento del catalán en la Unión Europea y la actitud del Ejecutivo español en la elaboración del dictamen sobre el reconocimiento por parte de Bruselas de las lenguas cooficiales españolas. El PP valenciano insiste en que no admitirá, de ninguna manera, que se reconozca la unidad lingüística del valenciano y el catalán. Una cuestión que los académicos pensaban tratar en su reunión de ayer, pese a las presiones e injerencias del Consell en las últimas semanas.

La intervención del consejero de Cultura fue aprovechada por la presidenta de la Acadèmia, Ascensión Figueres, del PP, para retirar la discusión del dictamen en el orden del día previamente aprobado.El consejero de Cultura, Alejandro Font de Mora, entró para sorpresa de la mayoría en el pleno de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, dijo que le enviaba el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, amenazó en tono de arenga, según diversos académicos, con medidas legales y legislativas si osaban aprobar el dictamen respaldado por al menos 13 de los 20 académicos y se marchó. Los 13 académicos insisten en su intención de volver a presentar el dictamen.

La mayoría de miembros de la Acadèmia que defienden el dictamen en el que se reconoce la unidad lingüística y la posibilidad de denominar "valenciano / catalán" o viceversa a la lengua en determinados ámbitos, como fuera de España, insistieron en que volverán a presentar el dictamen en el próximo pleno.

La intervención del consejero de Cultura fue un golpe de mano y de efecto que la presidenta de la Acadèmia aprovechó para justificar la retirada del punto del orden del día en una decisión que los académicos consideran ilegal. La presidenta de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, Ascensión Figueres, militante del PP, llegó a decir que no estaba dispuesta a ser inhabilitada durante siete años para cargos públicos, asumiendo la argumentación y las amenazas de Font de Mora, basadas fundamentalmente en un informe no vinculante -y no procedente, según el letrado de la Acadèmia, Lluís Aguiló- del Consell Jurídic Consultiu.

Figueres se negó a debatir la cuestión, recibió las críticas y protestas en una corta intervención, y se fue a comer, sin dar la cara ante los medios de comunicación.

La decisión de la presidenta ha actuado, sin embargo, como argamasa en el grupo de los 13 académicos, buena parte de los cuales tenía pensado dimitir si Figueres empleaba alguna argucia de última hora para impedir la discusión del dictamen.

De momento, los académicos se han tomado un tiempo y se muestran unidos en su petición de volver a presentar en pleno un dictamen que defiende el uso de la denominación de valenciano como estatutaria, tradicional, legal y extendida, y propone el uso de la fórmula "valenciano / catalán" con "igual rango y dignidad" para los dos nombres en aquellas circunstancias externas que requieran identificar el conjunto del sistema lingüístico.

El principal problema de este dictamen para el PP y el Consell radica en la explicitación de la palabra catalán. El dictamen del Consell Valencià de Cultura, que dio lugar a la ley de creación de la Acadèmia, fue aceptado y es difundido porque emplea una perífrasis para no decir catalán.

Ante la decisión unilateral de Figueres, algunos académicos se dirigieron al letrado para preguntarle por la legalidad de la misma, y éste les respondió verbalmente que era una actuación ilegal, relatan diversos integrantes del grupo de los 13. Ese punto del pleno fue introducido a petición de más de un tercio de los académicos, como indica el reglamento. Éstos han solicitado al letrado un informe por escrito sobre la decisión de Figueres con el fin de encontrar de nuevo una vía para presentar el dictamen, que lleva por título Principis i criteris per a la defensa de la denominació i l'entitat del valencià.

Un dictamen que no se aprobó ayer porque la presidenta de la Acadèmia considera "que hay dudas legales sobre la autoridad de la Acadèmia para aprobar el texto del dictamen propuesto", señala el comunicado que Figueres hizo público.